Egipto de vuelta al tiempo de las pirámides

Más de 16 millones y medio de usuarios de Internet, en Egipto, fueron desconectados de la Internet, los SMS y de la telefonía móvil, cuando el régimen de Hosni Mubarak ordenó el corte de aquellos servicios en todo aquel país africano.  Primero fueron Facebook y Twitter, y luego fueron la Internet y las redes de telefonía.

Esta decisión -sin precedentes- fue una acción legal, claro, porque ahora las dictaduras se aseguran de contar con los instrumentos de legislación necesarios para aplastar las libertades de las personas, sin tener que acudir a la fuerza como primera instancia.  ¡Por eso es que hay que tener cuidado con la legislación que les permitimos aprobar a los que ejercen el poder temporalmente!

Curiosamente, el manotazo del régimen de Mubarak ha resucitado la importancia de una tecnología y una actividad de comunicaciones que, aunque ya habían demostrado su valor en casos de emergencias, también es cierto que habían sido rebasadas y habían quedado como reservadas para connoisseurs: la de los radioaficionados.

Los radioaficionados egipcios son, ahora, él último recurso para mantener vivas las redes de comunicación que les permiten a los habitantes de aquel país -y a los que observamos lo que allá está pasando- tener información de primera mano acerca de cómo evoluciona la rebelión contra la dictadura y que acciones toma esta contra su gente.

Aaaaah, ¿qué sería de las dictaduras -y de los dictadores wannabes– si no pudieran eliminar la Prensa independiente y las opiniones que las cuestionan? Eso sí; al final, la tecnología que empodera a los individuos y les disminuye a los políticos la posibilidad de controlar la información es la que les permite a las personas defenderse de la dictadura.

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