Prefieren las tiendas porque no se pagan impuestos

Hoy leí un reportaje interesante que se llama Prefieren las abarroterías; y en el mismo se cuenta que el volumen de ventas en la distribución de alimentos es de 85 por ciento en tiendas, mercados y abarroterías de barrio, en tanto que 15 por ciento es venta para supermercados.   También nos enteramos de que la frecuencia de compra en las tiendas en el área metropolitana es de 42%.  En cuanto a aguas gaseosas, casi 8 de cada 10 de ellas se venden en aquellas tiendas, mercados y abarroterías.  Algo parecido ocurre con el azúcar, producto que se vende 80% en el canal doméstico.

Traducido todo aquello quiere decir que cerca del 80% de los alimentos, las gaseosas y el azúcar se venden en la economía informal.  Sí, en esa en la que la gente no paga impuestos.  Y claro, la gente prefiere comprar en tiendas, mercados y abarroterías de barrio porque ahí no les recargan un 12% de impuesto al valor agragado a los alimentos, gaseosas y azúcar que compran.

Los negocios legales -que pagan impuestos- cargan con la competencia de aquellos que operan en la informalidad; y, ni modo, la gente prefiere comprar donde no tiene que enfrentar las cargas tributarias.  Esa misma gente, la que compra en la tiendita de la esquina para no pagar impuestos, es -muchas veces- la misma que espera que la Administración actúa como estado benefactor, y la que exige que otros sí paguen impuestos para servirse de ellos.

¿Y los políticos socialistas? Siempre que hablan de reforma fiscal se niegan a hablar de racionalizar el gasto y acabar con los privilegios de los que viven a expensas del presupuesto del estado y de los tributarios.  Y se niegan a ampliar la base tributaria, de modo que todos compartan el costo de tener gobierno.  Así, no es posible una cultura fiscal sana

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  1. Hoy Juan Luis Font en El Periódico describió perfectamente a los Tea Party chapines como usted Luis. Despotrican contra el estado (“benefactor”), rechazan los impuestos, la salud y la educación pública y todo lo que tenga que ver con servicios prestados por el Estado. También Paul Krugman en NYT del 14 de enero (a tale of two moralities) señala el principio básico que mueve a los radicales neoliberales: la convicción de que los impuestos son un robo, y que el individuo debe velar solamente por sí mismo…

  2. En Guatemala padecemos de un analfabetismo tributario, la mayoria de Guatemaltecos no saben ni conocen sus derechos y obligaciones,las tiendas de barrio y/o abarroterias venden productos de consumo masivo a los cuales sus proveedores ponen un precio sugerido mismo que algunas veces es aumentado por lo dependientes de este tipo de negocios para mejorar sus utilidades, en todo caso los evasores aca serian los tenderos quienes no emiten factura y no los consumidores, quienes consumen en este tipo de negocio por ser de mayor comodidad para ellos.
    Las personas que consumen en las tiendas de barrio, no lo hacen pensando en evadir las cargas tributarias que los precios de estos productos conllevan al contrario en algunas tiendas se paga mucho mas caro por un producto, que en un supermercado o algun lugar donde si se emiten factura.

  3. No estoy de acuerdo con que las abarroterías sean negocios informales, ese por lo menos no es el caso de la abarrotería de mis papás, que ha estado tributando durante 25 años.

  4. Excelente e interesante (aunque no soprendente) entrada que nos recuerda que la accion humana es la accion humana!

  5. Si los impuestos no van a las necesidades del Estado (la razón de su existencia y naturaleza, no las distorsionadas necesidades electoreras) claro que es un robo… la misma Constitución lo dice.

    Comprar donde es más barato siempre es una decisión racional. Un sistema tributario que distorsiona la equivalencia de precios crea incentivos de este tipo. Obviamente el que no carga el IVA y no tributa ISR es el mayor responsable por evasión, pero el comprador igual lo estimula comprando.

    Hay negocios que sí tributan, pero la informalidad de nuestra economía demuestra que el público en general -esa gran mayoría- no está de acuerdo con el destino del presupuesto, lo que nos lleva al primer párrafo de este comentario: no se están cubriendo verdaderas necesidades del Estado… Revisen su historia para ver cuáles son.

    Mario Archila
    impuestosychocolate.com