En éxtasis, luego de "catar" chocolate

Así como los gatos entran en éxtasis cuando se les expone a hierba de gato o catnip, así me extasío cuando me expongo a chocolate; y anoche tuve la oportunidad de disfrutar una cata de chocolates gracias a mis cuates Juan Francisco y Astrid.

Probamos uno dulce, con leche y almendras; y otro ligeramente más negro, amargo y con avellanas. Ambos bocatti di cardinale no sólo porque fueron hechos con el mejor de los cacaos guatemaltecos, sino porque fueron elaborados para ser excelentes.

Según Michael y Sophie Coe, en La verdadera historia del cacao, esta palabra es de origen mixezoque y fue esta cultura -de orígen olmeca- la que les legó el Theobroma cacao a los mayas. En el Códice de Dresden, cuyo facsímil puede ser apreciado en el Museo Popol Vuh, se ve al dios Zarigüeya cargando al dios de la Lluvia durante los ritos del año huevo; y en el texto se idica qu ese le debe ofrecer cacao.

Cuentan, los Coe, que los mayas sazonaban su cacao con chile; y que Stephen Houston ha identificado la palabra ik-al-kakaw o cacao chile, en Piedras Negras.

Los Coe cuentan que hacia mediados del siglo XII con la decadencia de Tula, los poderosos reinos quichés y cakchiqueles del altiplano de Guatemala entraron en conflictos y que el verdadero trofeo para estas naciones en contienda eran el control de las más ricas tierras productoras de cacao, o el establecimiento de relaciones comerciales favorables con quienes las controlaban.

La verdadera historia…cita a Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán, para relatar que en el siglo XVIIse registraron las virtudes del cacao y que debe saberse que en cuanto sale del fruto exuda un líquido excelentísimo y muy fresco, que los indios toman con gran destreza.

La primera evidencia documental de la aparición del chocolate en España -y en Europa- se refiere a una delegación de nobles kekchíes que los frailes dominicos llevaron a visitar al príncipe Felipe. Entre los obsequios que aquellos llevaban se incluían plumas de quetzal, vasijas de cerámica, liquidámbar, copal y cacao.

En su libro que es encantador y muy informativo, uno puede aprender mucho sobre el cacao y el chocolate; así como su historia íntimamente ligada a Guatemala y a los mayas. Tradición que mis cuates están rescatando de una forma exquisita.

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