Mientras que el régimen de Pekin mantenía un control férreo sobre la fuerza laboral de su país, eran posibles la explotación y los salarios bajos en la China Popular; pero, en la medida en que el poder político se ha ido alejando del socialismo y se han liberalizado partes de la vida social y laboral para los chinos, estos han descubierto las huelgas como formas de presionar para mejorar sus condiciones laborales.
Las condiciones de los trabajadores chinos, bajo el régimen colectivista son tan dramáticas que 13 trabajadores de una fábrica intentaron quitarse la vida y 10 lo lograron. Y para tener una idea de cómo son las cosas un trabajador chino, en una fábrica, trabaja poco más o menos 60 horas semanales, con todo y horas extra, cifra que puede ser comparada con las 40, o 44 que trabaja un guatemalteco promedio.
Ahora, en muchas provincias hay huelgas y una planta automotriz enfrentó una huelga violenta que paralizó toda su producción. Lea detalles, aquí.
