A Miguel Ydígoras, presidente de Guatemala, se lo señalaba por hacer locuras, como cuando se cuenta que una vez se puso a saltar cuerda en el Parque Central para demostrar que, a pesar de su edad, todavía era un hombre fuerte. En la noticia que ilustra esta nota, tomada de El Imparcial de 1957, se cuenta que el Presidente y su homólogo de Costa Rica, Mario Echandi, bailaron el son (baile nacional chapín) en el parque de San José. El texto no está claro, pero esa noticia me recordó lo del salto de cuerda; y me puso a pensar en que hay que ser algo loco o histrión para hacer cosas así.
De esto me acordé por las payasadas de Antanás Mokus, candidato presidencial de Colombia, célebre por sus payasadas. Mokus hace cosas como vestirse de superhéroe (con tights) y casarse en una pista de circo; y en alguna ocasión les enseñó el trasero (mooning) a un grupo de estudiantes. La máxima Gravitas et Dignitas, propia de la república romana, es ajena a personajes como Mokus. Antanás Mokus admira algunos aspectos de Hugo Chávez, que tampoco se distingue por su cordura, precisamente.
Los laudes, sin embargo, se los lleva Abdalá Bucarám, apodado El Loco. El presidente Bucarám, de Ecuador, fue removido del cargo por incapacidad metal; y a él se le deben frases como:
- Yo soy el candidato de los que rayan con una chapa de cerveza los Mercedes Benz.
- Yo tengo los huevos más gruesos que los de León Febres. Mejor dicho, yo tengo huevos y Febres no los tiene.
- Me siento totalmente Rambo. ¡Soy el loco 00!
- Ya llegó papá más loco que nunca.