Durante años y años los Estados Unidos de América se las arreglaron para mantenerse entre los 5 países con mayor libertad económica en el mundo. Pero en el reporte de 2009 eso cambió y los EUA fueron desplazados por Chile.
A pesar de la herencia nefasta de Franklin D. Roosevelt, que fue el gran padre del estado benefactor gringo, aquella gran nación había logrado mantenerse como una sociedad ejemplar de personas libres y responsables. Luego del momento de inflexión de Roosevelt, el otro gran momento de cambio fue el que sucedió al 9/11. La Patriot Act le dió al gobierno poderes inimaginados por los Padres Fundadores; y los Estados Unidos se enfiló hacia el lado del espectro político en el que tradicionalmente han estado regímenes autoritarios y hasta totalitarios. Luego de aquello, ¿a quién le extraña que los EUA ya no esté entre los 5 países más libres del mundo?
Hoy, en la persona de Barak Obama y en las de quienes aprobaron su reforma al sistema de salud, recae la responsabilidad de consolidar a los Estados Unidos de América como una país socialista. La gran nación en la que el ser objeto de la caridad pública era vergonzoso, que el desempleo también lo era y que el hombre que no podía ganarse su propio sustento y el de su familia, apenas si merecía el nombre de tal, ha dejado de ser. Plenamente, los EUA es ahora un país del montón. Ejemplares, ahora, son sólo sus documentos fundacionales; y el recuerdo de las ideas de sus Padres Fundadores.
Muchos celebrarán la socialización del sistema de salud en los EUA; pero sólo porque ignoran, o han decidido ignorar lo que George Washington -el primer presidente de los EUA- escribió acerca del gobierno: Government is not reason; it is not eloquent; it is force. Like fire, it is a dangerous servant and a fearful master, dijo aquel prócer. Y como lo ha advertido mi amigo, Fredy Kofman, poner el sistema de salud en manos de lo irracional y de la fuerza, ofrece una perspectiva temible. De hecho, lo que han hecho los gringos es poner el sistema de salud en manos de un amo temible.
Bienvenidos sean, los Estados Unidos de América, al concierto de las naciones en las que la libertad y la responsabilidad han sido erradicadas.
Si le interesa el tema, seguramente querrá leer A Point of No Return?, por Thomas Sowell.
