El columnista, José Joaquín Camacho, se quejó de que en los casos de abusos contra niños, la Prensa se concentra en los 94 casos cometidos por curas y similares católicos en Alemania, en tanto que no menciona los otros 210 mil casos cometidos por miembros de otros grupos. Camacho argumenta que en los Estados Unidos eran cinco veces más los casos de abusos imputados a pastores protestantes; o que, en el mismo período en que en aquel país fueron condenados 50 eclesiásticos católicos, fueron cinco mil los profesores de gimnasia y entrenadores deportivos que sufrieron esa condena. ¡Y nadie ha pedido cuentas a la Federación de baloncesto!
Eso es como tan absurdo como decir que la discusión del Holocausto no tiene sentido porque durante el nazismo sólo fueron 6 millones de judíos, y en cambio, el socialismo en la URSS mató a más de 60 millones.
Camacho, como muchas otras personas, ha de creer que el asunto este es cuantitativo. Ha de creer que se trata de quién cometió más, o quién cometió menos. O de quién lo hizo primero. Pero no es así. El problema en el que está metida la jerarquía católica es mucho más profundo y muy, pero muy perturbador. El problema es que, ¡a sabiendas y durante años! la jerarquía católica trató de ocultar los casos de abusos. A sabiendas y durante años, los abusadores fueron cambiados de diócesis, enviados a conventos, sometidos a disciplina y quizás hasta promovidos, ¡pero nunca! entregados a la justicia. El problema es que a sabiendas y durante años, la jerarquía católica usó su poder y su influencia para ocultar los abusos, para proteger a los abusadores y ¡para intimidar y silenciar a las victimas!
El problema no es si los abusadores eran 50, o 94 de entre 5000, o de 210 mil. El problema es que la jerarquía católica ha usado su poder, su dinero, su influencia y su autoridad moral para proteger a su gente y para asustar a los abusados. El problema no es cuantitativo; y ahora que the shit has hit the fan es muy pueril acudir al argumento de que el otro lo hizo primero, o que los otros lo hacían más.
Estoy totalmente de acuerdo en que quienes hayan realizado tan horribles crímenes sean juzgados y condenados con todo el peso de la ley, sea quien sea. También estoy de acuerdo en que la Iglesia debe dejar de tapar a quienes realicen éstos actos, para que éstos puedan rendir cuentas ante la ley.El problema es cuando éste tipo de cosas se utilizan para sugerir que todos los sacerdotes son así, cuando no hay evidencia de que tal cosa sea cierta. Las generalizaciones siempre son odiosas, es casi lo mismo que decir que todos los empresarios evaden impuestos o explotan a sus trabajadores, o que todos los motoristas son unos imprudentes para manejar.
Luis Fi,concuerdo contigo en señalar que no importa cuantos casos fuesen…el asunto es realmente inmoral. Y sí, no cabe sobregeneralizar, pero sí atender al llamado de los que han sido afectados por estos eventos.Un abrazo, Andrea.
Luisfi:Abusos existen en cualquier Iglesia y sector de la sociedad, mientras existan Pedófilos existirá la violación a un niño indefenso que se convierte en presa fácil de estos enfermos depredadores.La columna de el señor Jorge J Camacho simplemente arroja números, como si estuviéramos hablando de matemáticas mas, menos o ecuaciones, o de subasta,,que sector viola mas, por Dios estamos hablando de niños indefensos de victimas a las que se les violo su derecho doblemente, pues no solo vivieron la horrible experiencia si no que no se les hizo justicia. Situación que se agudisa mas pues a sido durante anos, y todo Por que? por las leyes y la política de el Vaticano.No se concibe que la Santa Iglesia Católica haya encubierto y utilizado su poder económico y social para encubrir convirtiéndose así en cómplices de un delito . Esa es la falta, esa es la MEA culpa y hasta el momento lo que yo exijo es ,un cambio en la política de encubrimiento de el vaticano que se entreguen a la justicia todo aquel que caiga en semejante aberración, Y disculpe si le vuelvo a ocupar su espacio ..pero es un tema de los que me hierve la sangre. ya le escribí al senos Camacho pidiéndole que me haga el favor y no se valla por las ramas y lleguemos a la raíz de el problemaCon el único interés de proteger lo mas valioso que tenemos nuestra niñez.