Como sacado de alguna novela como El otoño del patriarca, el lunes pasado Alvaro San Nicolás Colom orquestó la inauguración de 60 escuelas seguras, y en una de ellas presentó un plantel nítido y expuso niñas bien uniformaditas. Días después, el San Nicolás se fue a meter el Instituto Normal de Señoritas Centro América, donde las patojas le reclamaron sanitarios, mobiliario y aulas. Y a cambio, él les habló de Eva Perón.
El hecho es que la realidad de escuelas inseguras y desprovistas, que no le sirve para propaganda a la administración de Los Colom, es distinta a la que sirve para que San Nicolás se fotografíe rodeado de quinceañeras: hemos leído que la administración no ha cumplido con entregar los insumos y útiles escolares que los estudiantes y maestros necesitan para cumplir con sus tareas y su misión. Los libros no llegarán, a todas las escuelas, antes de marzo. ¡Antes de marzo! En 2009 los materiales llegaron tan tarde, que los padres de familia terminaron comprándolos para que sus hijos no perdieran el tiempo y pudieran estudiar. Las aulas están llenas de niños, pero no hay papel ni lápices. En algunas escuelas, los niños tienen que usar los cuadernos del año pasado.
Aparte de aquello, en muchas escuelas hay problemas con la infraestructura y el mobiliario. Los baños no funcionan y no hay pupitres.
Profesores de Chimaltenango abogaron para que el dinero de la refacción escolar sea depositado puntualmente, ya que en años anteriores se tardaron hasta dos meses en entregarlo y los docentes se ven en aprietos para alimentar a los niños.
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This entry was posted on sábado, febrero 13th, 2010 at 10:23 am and is filed under educación, inseguridad, populismo, propaganda.
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