Ahora los muchachos primero enamoran a las patojas para que lleguen a algún acuerdo antes de robarlas, sin embargo hay chicas que no quieren aceptar el compromiso, por lo que se tiene que actuar a la fuerza porque esa es la costumbre del pueblo. Antonio Chay, poblador de Zunil, Quetzaltenango, al comentar la práctica de robarse una esposa, entre los indígenas de aquella región del Occidente guatemalteco.
A mí me llama mucho la atención esta barbaridad; y es particularmente interesante que se ve como cosa natural que, si la patoja no cede al enamoramiento, y si por lo menos no se llega a algún acuerdo pacífico y voluntario, se tiene que actuar por la fuerza….porque esa es la costumbre.
El reportaje que da pie para estas meditaciones arroja información perturbadora: Cuando un hombre quiere contraer matrimonio, basta que le guste la muchacha para luego robarla; las desposadas suelen tener entre 12 y 15 años de edad; ni los sentimientos, ni la voluntad de las chicas tienen importancia; las muchachas son llevadas a la municipalidad y ahí, las autoridades civiles las casan; un antropólogo dice que el asunto este de los robos de esposas no es delito porque es una visión de cultura desde otro punto de vista; si hay desacuerdo familiar, el asunto se arregla mediante el pago de entre Q2900 y miles de quetzales por las muchachas, dea cuerdo con la posición económica del contrayente.
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This entry was posted on jueves, enero 7th, 2010 at 10:08 am and is filed under costumbres, indigenismo.
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Que horrible que todavia tengan esas costumbres en occidente Luisfi, cuando yo vivi en Xela fui testigo de algo parecido, con una empleada doméstica que tuvimos, ella huyó de su casa porque no quería casarse con el señor que la pretendía, cuando el padre de ella descubrió donde estaba la fue a sacar de nuestra casa, ni por más que nos opusimos y tratamos de razonar con él, no fue posible, él ya había recibido la "dote" y tenía que cumplir su palabra, así que entre llantos y protestas Irma se tuvo que ir con ellos para casarse, todavía recuerdo eso con mucha tristeza, ¿que no hay ley que las proteja?Miriam Lavarreda (a veces me olvido de poner mi nombre)
Esto no puede ser "costumbre", pues el tráfico de personas es un delito. ¿Quién puede decir que no es delito?Y eso tampoco puede ser "Derecho Consuetudinario" indígena, porque la violación de los derechos fundamentales como la vida y la libertad, así como el atropello a la dignidad de una persona, nunca pueden ser validados como Derecho. Saludos Luisfi!
Los alcalde cometen delito al realizar el matrimonio… pero como en esta tierra nada se cumple pues ellos rompen la ley sin mayor miramiento.