La cuestión con los anónimos

En mi espacio para comentarios tengo la siguiente nota: Carpe Diem es un espacio privado de uso público. Respeto la libertad de expresión; en el entendido, claro, de que libertad y responsabilidad son dos caras de la misma moneda. Eso significa que quien quiera hacer uso de este espacio debe identificarse. No sólo por responsabilidad, que ya es bastante, sino por un mínimo de bonhomía. Los pseudónimos, las iniciales, los enlaces que no funcionan y otros trucos serán tratados como los anónimos, porque al final el caso es el mismo: No hay responsabilidad.


Por favor tómen la advertencia en serio. He recibido comentarios muy interesantes de personajes como Pluvius y María; pero como no se identifican, no los publico. Aveces, cuando estoy haciendo dos, o tres cosas a la vez, se me cuela algún anónimo pero esa no es la norma y si lo encuentro, lo borro.

En Carpe Diem uno es responsable de sus opiniones; y los anónimos no son responsables. Algunos creen que los anónimos tienen derecho a expresar su opinión y yo definitivamente comparto ese criterio; pero en su espacio, con su dinero y en su tiempo. Aquí en Carpe Diem sólo tienen posibilidad de ser publicados quienes están dispuesos a hacerse responsables de las consecuencias de sus opiniones.

Si el autor se identifica y se hace responsable de sus opiniones, yo se las publico con gusto, aunque sean ofensivas para mí…total…allá ustedes. Eso sí, lo que no hago es publicar injurias, ni calumnias contra mis amigos y mi familia. Si alguien quiere hacer eso que lo haga en su propio espacio, con su propio dinero y en su propio tiempo.

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