En El Salvador, el partido Arena cerró su campaña política con un llamado a evitar la llegada del socialismo al país; y si yo fuera salvadoreño atendería ese llamado. No lo atendieron los nicaragüenses, los venezolanos, los bolivianos, ni los ecuatorianos; y lo que están haciendo sus gobernantes socialistas es modificando las constituciones para perpetuarse en el poder. Es decir, están usando las instituciones democráticas para acabar con la república y establecer la dictadura mediante procedimientos democráticos.
Recién leemos que Daniel Ortega quiere ser reelecto indefinidamente; Hugo Chávez anda en el mismo camino; el Movimiento al Socialismo en Bolivia está trabajando para la reelección de Evo Morales; y Rafael Correa ya oficializó su candidatura para la reelección.
¿Y qué hace el socialdemócrata Alvaro San Nicolás Colom, en Guatemala? Está preparando el terreno porque sabe que le conviene aprovechar la ola; y porque sabe que no tiene mucho tiempo. Está usando técnicas del libro, como el control de la prensa, la censura y la intimidación. Está poniendo a disposición del Partido y de su esposa, Sandra Evita Torres, millones de dólares para regalar y para comprar voluntades.
Los salvadoreños tienen la oportunidad de no cometer los mismos errores que han cometido sus vecinos del Este y del Sur; y la pregunta es si la aprovecharán, o la desperdiciarán.
Quizás ya lo leíste; pero si no lo has hecho, dale una mirada al trabajo: ‘La fascinación del populismo’ de Vilmar Rocha.Tiene una interesante, rápida y coherente presentación de la socialdemocracia latinoamericana. Acá va algo que escribí sobre el libro y podría serles útil: http://clubsdelectura.wordpress.com/2009/02/24/la-fascinacion-del-populismo-vilmar-rocha/