Fin de semana kewl

El sábado descubrí que el Circus Bar de Panajachel tiene una sucursal en la Zona Viva. Fui y no sólo me divertí mucho, sino que comí delicioso; exactamente como se come allá.

Los spaghetti perfectamente al dente. Y los sabores intensos del Caroli, el Salomé y la Bolognesa que pedimos en la mesa, son tan buenos como los de allá. Acompañados de música flamenca y sudamericana, por supuesto; seguida del espiritual ritual del sombrero. Esto es, que los músicos pasan el sombrero para que uno les rinda el debido homenaje poniendo unos pesos.

Para mí -y seguramente para muchos de mi generación- el Circus Bar es una fuente casi inagotable de recuerdos y de extraordinarias noches de parranda.

Conocí el Circus antes de que fuera el Circus; y cuando se llamaba La Posada del Pintor. Justo al final de la época de los hippies y cuando en Panajachel aún había calles de tierra, y todavía era un refugio excitante para los 5 sentidos. Entre aquel momento y lo peor de la agresión de la guerrilla, los primeros años del Circus Bar coincidieron con la época más parrandera de mi vida: los años 80.

Ahora no pediría un trago de cada licor del el bar, como lo hice una vez; ni saldría del bar después de que el sol asomara por el horizonte, como lo hice muchas veces; ni expondría mis (malas) dotes de bailaor. Pero… ¡Celebro que pueda disfrutar del Circus Bar a distancia caminable!

Este fin de semana tuvo un no se qué. Comenzó con un potluck para ver The Fountainhead con un grupo agradabilisimo. Siguió con un recital de arias y boleros; continuó con la cena en el Circus Bar; y concluyó con el partido entre Italia y España, en el Club Italiano, en magnífica compañía.

Claro que perdimos, pero ¡qué bien la pasamos! y bueno…de eso se trata la vida…de gozarla y disfrutarla. ¡Lahaim!

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2 comments

  1. Perdón la ignorancia… donde está el “circus bar” aquí en zona viva?

  2. 15 calle entre 2 y 3 avenida. Saludos.