Y los niños, ¿a quién le importan?

Como una de esas casualidades inexplicables de la vida, la semana pasada vimos una oleada de noticias negativas contra la adopción. Adopciones: desbordan anomalías en trámites, tituló un diario chapín; y Mienten sobre paradero de niños, tituló otro, en dos días diferentes. Empero, cuando uno lee las citadas noticias, se da cuenta -sin esfuerzo- de que están cargadas de generalidades: se habla de notarios, pero no se menciona a ninguno, por ejemplo. Todo son sospechas, y no hay ni denuncias concretas, ni perseguidos identificables. Todo parece una cacería de brujas en la cual los niños sin hogar han sido las víctimas.

La satanización de la adopción, y el monopolio del proceso, han tenido varias consecuencias negativas para los chicos:

1. Se marginalizó la adopción y con eso los sinvergüenzas que medran en este tipo de ocasiones, aprovecharon los espacios dejados por la gente decente que no se hubiera retirado, en condiciones normales.
2. Se acentuó la mala fama artificial que tenía la adopción debido a aquella marginalización.
3. Se creó un cuello de botella por el cual no pasan los procesos de adopción y del cual viven numerosos buscadores de rentas parasitarias.
4. Miles de niños sueñan inutilmente con un hogar; y algunos que ya lo tienen, podrían perderlo.
5. Aumentó el número de niños en los hogares temporales porque las adopciones ya no caminan.
6. Los presuntos abusadores siguen impunes.
7. Los gringos se salieron con la suya y habrá menos niños latinos indeseables en su país.
8. Y lo más perverso de todo: la adopción ya no será una buena alternativa frente al aborto.

Mientras tanto…¿a quién le importan los niños? ¿Dónde están los miles de procesos judiciales contra notarios, exprocuradores generales, jueces, y otros individuos que hacían adopciones irregulares? ¿Dónde esán los miles de procesos judiciales promovidos por madres a las que les han robado a sus hijos? Yo no dudo que haya casos de aquellos; pero, ¿tantos como para aplastar las esperanzas de los niños? ¿Cuántas de las supuestas anomalías delictivas no son más que SNAFU, e incompetencia crónica?

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2 comments

  1. homohominilupus

    Y esto me recuerda a la cruzada de los niños. Claro, estas cosas de la aburrida historia nadie las recuerda.Un joven pastor francés llamado Stephen de Vandome reclutó un ejército de 50mil niños y se dirigió a la reconquista de la Tierra Santa. En su camino el ejército se deshizo y otro niño alemán llamado NIcolás de Colonia lo reemplazó. Este niño reclutó otro gobierno y de un mayor tamaño que el de Stephen fue formado. La banda viajó hacia los Alpes y llegó a Italia.La mayoría de los niños falleció en su camino. Pocos se embarcaron en dirección a la Tierra Santa y finalmente murieron en manos de corsario sarracenos.Los niños no le importan a nadie. Sólo a sus padres (a veces) y a aquellos que ven en ellos un medio de enriquecimiento y acceso al poder.La satanización de la adopción es leve y “shortsighted” en comparación con la satanización de la libertad y el derecho a alcanzar la felicidad que desde hace más de 2,000 años de opresión religiosa hemos vivido en Occidente.Mientras tanto… la gente sigue yendo a misa/templos todos los días domingo, hacen oraciones y piden por el perdón de los pecados… sus pecados.:o(

  2. Jonathan Boarini

    Totalmente de acuerdo, con excepcion a su postura (sarcastica espero?) que los gringos “se salieron con la suya” para evitar “indeseables latinos.” Los que se salieron con la suya son los burocratas.