Tres noticias que podrían ser mucho mejores

Tres noticias que leo hoy podrían ser mucho, mucho, mejores. La primera es que los pensionados del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social recibirán mejores pensiones a partir de julio. El presidente socialdemócrata, Alvaro Colom, anunció que se llegó a un acuerdo con la junta directiva del Seguro Social para iniciar un proceso de modernización. Lo verdaderamente bueno sería que dicha modernización incluyera la devolución de los ahorros previsionales a sus propietarios y la eliminación del monopolio que ostenta el IGSS. Empero, temo que la cosa no va por ahí porque el mandatario adelantó lo que se busca es ampliar la cobertura y la membresía del Seguro Social.

Los expertos consultados, tanto de la Asociación de Investigación y Estudios Económico Sociales, como del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales se refirieron a mejorar la recaudación y a aumentar las tasas de cotización y la edad de jubilación; pero no hicieron alusión a la posibilidad de eliminar el monopolio y devolverle el control de sus ahorros a sus propietarios.

La otra noticia que podría ser mejor es la de que el Ministro de Finanzas continuará con la reforma fiscal. A grandes, grande, rasgos, la reforma podría ir por dos vías: si fuera por la vía de reducir el costo de tener gobierno y mejorar la calidad del mismo, la reforma sería muy positiva porque pondría en manos de sus propietarios legítimos, los recursos que el estado desperdicia y maladministra. Las familias, entonces, tendrían más plata para defenderse del alto costo de la vida y seguramente habría más ahorros y más capital para generar más empleos productivos.

Empero, la reforma puede ir por otra vía; por la de aumentar los impuestos que el gobierno toma de las personas. Lo que se avizora en el horizonte es la pretensión de subirle el 40 por ciento a la tasa del régimen voluntario de 5% del Impuesto a los Rendimientos del Capital; lo cual le hará mucho daño no sólo a los que tiene que pagar, sino a la credibilidad del régimen y a la capacidad de formación de capital.

Lo siguiente debe ser un llamado de atención: Guatemala fue ubicada en el puesto número 14, entre 19 países, según su ambiente de negocios, de acuerdo con la Internet Latin Business Chronicle.

Guatemala obtuvo una calificación negativa en la categoría globalización-competitividad, y fue el tercer peor ubicado en América Latina, después de Venezuela y Haití. Guatemala fue considerado dentro del promedio, en cuanto a macroeconomía y nivel tecnológico y resultó mal calificado en competitividad y ambiente corporativo y político.

“A diferencia de anteriores gobiernos, la administración del presidente Alvaro Colom ha sido marcada con confusión y señales mezcladas para inversionistas extranjeros, lo que ha resultado en una calificación débil para el país”, revela el informe.

El manoseo de las tasas impositivas no contribuirá a mejorar las malas señales que envía la administración socialdemócrata.

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