Hoy en la mañana, sin decir ¡Agua va! y lueguito de mi desayuno, me encontré en un teléfono al lado de un miembro de la delegación iraní. Y yo digo: ¿Qué fregados tiene que hacer una delegación del régimen de Irán en la toma de posesión lel nuevo presidente chapín? Y luego me acordé de que también viene Hugo Chávez. Con lo desagradable de aquello, casi se me estropea el desayuno.
No quiero, pues, dejar pasar la ocasión para expresar mi disgusto por la presencia de estos personajes. Ni los representantes del régimen de Irán, ni el boconazo de Chávez son bienvenidos. Por eso he elegido el alacrán para ilustrar esta entrada. Los coqueteos con personajes como aquellos son como echarse un alacrán (o dos) en la camisa. Lo de Chávez medio se explica porque ni modo, es un presidente latinoamericano. Pero, ¿y los iraníes? A no ser por una atávica actitud antiyankee. ¿Qué tiene que hacer una representación de Mahmud Ahmadineyad en la toma de posesión de Alvaro Colom?
La foto, por cierto, es de una faja típica de Totonicapán, c. 1940; y el título de esta entrada es de una canción que recuerdo de cuando era niño. La canción dice: El alacrán, cran, cran/ El alacrán, cran, cran/ Aaaaay, me va a picar.
Aunque de cierta forma concuerdo con tu posición de qué hace un representante del gobierno iraní en la juramentación de un presidente chapín, hay que considerar que la globalización nos la han estado dando a cucharadas cual medicina. Ambos presidentes, el de Venezuela y el de Irán, son unos populistas, pero igual de populista y aun extremista ha sido Bush, con la salvedad de que es mucho más letal. Pienso que ya no es tan fácil minimizar el aspecto político de Guatemala y aunque sea nada mas un “show” el hecho de haya venido Chávez o la representación diplomática de Irán, entre otras, la importancia estratégica de Guatemala poco a poco va tomando otros matices. Ojala que el desayuno no te haya caído mal, especialmente si incluyo wafles 😉
Creo que Chavez es un presidente latinoamericano y es normal su precencia aunque no les caiga bien a cierto sector. Igual hubiera venido López Obrador si hubiera sido electo, pero igual, los wafles se miran buenos como para que le caigan mal a uno.Con miel y tocino que rico