No hay nada, como el capitalismo salvaje, para sacar de aprietos a los socialistas.
“En medio de la peor escasez alimenticia de las últimas décadas, el gobierno de Venezuela dejó a un lado su virulenta retórica antinorteamericana y negoció la adquisición de decenas de toneladas de productos de primera necesidad con las mayores corporaciones alimenticias de Estados Unidos. El plan de abastecimiento que inició esta semana el presidente Hugo Chávez, con ayuda de la gigante petrolera estatal Pdvsa, paradójicamente incluirá entre los principales productos a distribuir paquetes de arroz de Texas y Arkansas, frijoles negros de Idaho, así como aceite comestible de Tennessee y Iowa”.
La dictadura de Fidel Castro no hubiera sobrevivido sin el auxilio de las ONG gringas, y sin el multimillonario subsidio soviético; y claro, sin el apoyo de los EUA, la URSS no hubiera pasado de los años 20. El régimen de Chávez también durará, gracias al capitalismo salvaje.