Hoy, El periódico publicó su encuesta electoral. Llama la atención que el puntero, Alvaro Colom, tiene 25.9% de intención de voto. Llama la atención porque en enero tenía 34.9, en febrero tenía 32.1, y en abril tenía 29.9. El deslizamiento es particularmente dramático tomando en cuenta que él es el único de los candidatos que ha participado en tres elecciones seguidas. Hace cuatro años llegó a la segunda vuelta, y hace ocho años compitió como candidato de la exguerrilla. Si hay un candidato conocido, ese es Colom que va en picada.
Otros datos que llaman la atención poderosamente son los de Rigoberta Menchú, Premio Nóbel de la Paz, ex socia del doctor Simi, y dirigente indigenista. Menchú ha subido de 1.4 en enero, a 6.2 en mayo. Sin embargo, uno puede suponer que esas cifras mejorarán cuando se haga realidad el apoyo que ella y sus seguidores tienen entre los indígenas guatemaltecos y entre la dirigencia popular. Sin contar, claro, el liderazgo de Nineth Montenegro, su candidata vicepresidencial.
El candidato oficial, Alejandro Giammattei, va a ningún lado. Con el lastre de la administración Berger a cuestas y con un liderazgo inexistente, el candidato de la Gana anda por 5.6 de intención de voto.
Otto Pérez, va en segundo lugar, pero sus cifras parecen la de un sismógrafo. En enero andaba por 15.9, en abril cayó a 10.4, y en mayo repuntó a 15.3. Yo apuesto a que su deslizamiento fue detenido por la selección de Ricardo Castillo, como su candidato vicepresidencial.