Uno de los platos más deliciosos -y desconocidos- en casa de mis padres es la tortilla de hojas de remolacha. A mí me encanta como sea y una de mis formas favoritas de comerla es en sandwich, en pan francés con aceite de oliva y mayonesa. También es rica con salsa de tomate, o con chirmol. Para más alegría, la tortilla de la foto es de remolachas del día de mercado en Bejo.
Entre nosotros, los chapines, no se valora este bocatto di cardinale. En los mercados de todo el país, las hojas de la remolacha se desperdician y se pudren. Mi abuela, Frances, contaba que, en Inglaterra, durante la II Guerra Mundial, la gente las comía porque ni modo. Pero aquí, la gente no las aprecia.
La tortilla de hojas de remolacha se prepara exactamente como prepararías una tortilla de acelgas, o de espinacas.