26
Jun 11

Hoy fue día de hongos en San Juan Sacatepequez

Hoy fue día de ir a “cazar” hongos a San Juan Sacatepequez, localidad cercana a la ciudad de Guatemala, famosa por sus hongos, sus zompopos de mayo y la belleza inconfundible de sus huipiles.

Salimos temprano, con un grupo de amigos, y a las 9:00 a.m. ya estábamos en el parque de la población, en donde se juntan las vendedoras de hongos.  La gente en San Juan siempre es muy amable, y yo tengo la impresión de que a las vendedoras les causa gracia la forma en la que mis amigos y yo nos emocionamos con los hongos. Sin embargo, fue decepcionante ver que este año no había abundancia de hongos de San Juan, como en otros años.  Conseguimos xaras azules y anaranjadas, anacates, pancitas, narices de cerdo y narices de lobo; pero yo logré comprar una sóla “medida” de los codiciados hongos de San Juan.

También conseguimos abundantes zompopos de mayo (que el año pasado no había) y fuimos a visitar la morería de don Esteben Suruy. Además nos encontramos con el famoso arqueólogo y fotógrafo Nicholas Helmuth.

De vuelta a casa preparamos los hongos de San Juan sólo cocidos con un poco de sal y pimienta para apreciar -en su totalidad- su sabor y su textura característicos.  Los anacates los hicimos con mantequilla, cebolla, perejil y jerez.  Las xaras las asamos y aderezamos con limón y sal para comer con tortillas y las pancitas las hicimos con aceite de oliva, mantequilla y tomillo.

¡Tutti contenti!


25
Ago 10

Spaghetti con anacates para el almuerzo

Ayer me di gusto para el almuerzo con un buen plato de spaghetti con anacates; y en esta temporada hay que aprovecharlos.

Si los compra en la calle hay que hacerlo temprano, en la mañana, para que no estén asoleados. Ultimamente he visto que en el mercado de la Villa de Guadalupe los tienen muy frescos y hermosos. Al prepararlos hay que tener cuidado de conservar su sabor delicado; algunas personas les ponen ajo, ¡y hasta mucho ajo!, y hace poco vi una receta, en un diario, que incluso llevaba salsa soya. Algo así mata el sabor primordial de estos hongos magníficos.

A mí me gusta hacerlos con mantequilla, un toque de cebolla picada, algo de perejil, sal y pimienta negra y un chorrito de Jerez, casi imperceptible, y luego ligeramente espesado con maizena. Ya sea sobre pan, como bocas; o con spaghetti, quedan deliciosos.

Los disfruto mucho desde que era niño, por su color, su textura y la resistencia que ofrecen, y por su sabor inconfundible.

21
Jun 10

Fiesta de hongos

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Coincide, con la fiesta del santo patrono, la temporada de hongos en San Juan Sacatepequez. Si uno llega temprano y se estaciona fuera de la población, cuando uno llega a la Plaza Central es recompensado con una variedad de hongos frescos. Sin embargo, no son cualesquiera hongos. Los más buscados son los hongos de San Juan o amanita caesarea, que son abundantes y las pancitas, que son muy, pero muy escasas. También se hallan xaras, que son azules; y unos parientes suyos que son anaranjados; así como anacates y otras variedades que desconozco.
En tiempos del imperio romano se consideraba a la amanita caesarea como la reina de las setas (descontando a la trufa); pero las pancitas y los anacates no se quedan atrás.
Con los cuates conseguimos una buena dotación y las preparamos en casa. Los sanjuanes me gusta comerlos sólo cocidos en agua y con sal, y luego sazonados con pimienta. Las pancitas las hicimos con mantequilla, cebolla y perejil; y las xaras y sus parientes anaranjados (que son mejores asados al carbón) los preparamos con mantequilla, cebolla y un toque casi imperceptible de romero.
Para añadir un toque distinto los acompañamos con arroz con camaroncillos secos.

23
May 10

Xaras desde mi ventana

Las xaras que viven en el terreno que hay al lado de mi casa, ayer estuvieron particularmente visibles. Lucieron sus hermosos y elegantes plumajes azules mientras se desplazaban, con mucha gracia, entre árbol y árbol.

Según información del Arboretum de la Universidad Francisco Marroquín, estas aves son relativamente grandes. El dorso y sus alas son azules, en tanto que su cabeza y su pecho son negros y su iris es amarillo. El plumaje de su cabeza puede ser erizado para formar una cresta moñuda, y de ahí su nombre: xara moñuda o xara centroamericana. Su canto se asemeja al de un loro pequeño.
Xaras se llaman, también, unos hongos azules de San Juan Sacatepequez; y un lugar estupendo para ir a descansar, en Tecpán.

29
Nov 09

Hongos para el placer de la vista

A estas criaturas del reino fungi me las encontré mientras caminaba. A mí me gustan mucho los hongos por muchísimas razones pero las principales son dos: los comestibles son deliciosos; y muchísimos de ellos son francamente bellos.


01
Jul 09

Los magníficos hongos de San Juan


El motivo principal de mi excursión a San Juan Sacatepequez, el domingo pasado, era el de ir a traer los famosos y magníficos hongos de San Juan. Salí de la ciudad algo tarde así que ya iba con la idea de que si llegaba al mercado y no encontraba hongos, pues no me iba a molestar.

Llegué a San Juan cerca de las once, estacioné el carro como pude, corrí al mercado y…casi no encuentro hongos. Sólo había tres canastas pequeñas y una ya la estaba tratando un lugareño. Como dos es mejor que nada, compré las dos hermosas canastillas y me traje los hongos que estaban galanes. Minutos más tarde, mientras compraba unos membrillos, encontré otra dotación de hongos distintos y me los traje también.

Los hongos de San Juan son muy fáciles de preparar. Me gusta poner a hervir agua con sal, y poner ahí los hongos durante un par de minutos. Luego se apaga el fuego y se deja que los micelios suelten una sustancia ligosa que traen, Entonces se cuelan y ¡Ya!; ya están listos para ofrecer textura y su sabor tan delicados y característicos.

Los otros hongos, los que compré cuando adquiría membrillos, esos los preparé con mantequilla, perejil, sal y pimienta.

23
Ago 08

¡Temporada de anacates!

Estamos en plena temporada de anacates, o chanterelles, que son mis hongos favoritos; y desde que era niño me gustaban su sabor, y particularmente su textura característica que ofrece resistencia. Son como hongos al dente.

Ahora son muy abundantes y se los encuentra en verdulerías, mercados y hasta en las calles; pero a finales de los 80 no eran tan comunes. A casa los llevaba una anciana de San Juan Sacatepequez, encantadoramente empacados en pequeñas canastas de hojas verdes y cada una de esas canastas era un pequeño tesoro. Antes de eso, cuando yo los conocí, eran todavía más escasos y en casa se servía un sólo plato y uno no alcanzaba a comer sino tres o cuatro sombrillitas.

Mi abuela y mis padres los preparaban con mantequilla, cebolla, sal, pimienta, jerez, perejil y maicena, que es como están hechos para los spaghetti de la foto; plato que serví, esta semana, para celebrar la llegada de dos amigos a la ciudad. Aveces, cuando no los sirvo así, uso anacates en crema sal y pimienta para los spaghetti.

También los he probado de dos formas chapinas: en pulique y con frijoles colorados. En ambos casos, la presencia de anacates hace que algo que ya es bueno, aunque común, se eleve a dimensiones epicúreas. En frijoles colorados son tremendos los anacates.

Los anacates vienen y van con la temporada de lluvias, así que se los encuentra entre junio y octubre.


27
Jun 07

Más sobre hongos


Esta es una venta típica de hongos en el mercado de San Juan Sacatepequez, Guatemala. Estos, en particular, son los que compré y me comí el domingo en la noche. Noten la variedad de texturas y colores entre los hongos de San Juan (los grandes) y las xaras (los azules y rojos, más pequeños). En la venta también hay güisquiles o chayotes y dulces de pepitoria (de semillas de calabazas).


26
Jun 07

El baile del venado


Los danzantes del baile del venado hacen su ingreso a la Plaza Cataluña en San Juan Sacatepequez, Guatemala. El fin de semana anduve por ahí comprando hongos.


25
Jun 07

Funghi town

El domingo fui a San Juan Sacatepequez a comprar hongos. Al ritmo de Won´t you take me to funghi town, un grupo de amigos y compañeros de trabajo fuimos acompañados por la madre Ivonne Sommerkamp, micologa extraordinaire.

En el mercado encontramos delicias como los hongos de San Juan, las charas azules y rojas; y los magníficos pancitas, que son verdaderos bocatti di cardinali. También tuve el gusto de encontrarme con canastos de mamones, que son unas frutas deliciosas que tenía desde 1977 de no probar.

En el campo encontramos hongos medicinales, alucinógenos y venenosos. En la foto estoy con un grupo de recolectores que recién salían del bosque con su carga preciosa.

El paseo fue organizado por el equipo del Arboretum de la Universidad Francisco Marroquín en colaboración con el Hogar Rafael Ayau. La madre Ivonne nos explicó mucho acerca de los hongos y sobre su conservación.

Entre los objetivos del Arboretum de la UFM, en el que abundan los hongos, se cuentan conservar y exhibir plantas y árboles vivos, tanto nativos como exóticos; conformar un refugio ecológico para las especies animales y vegetales del área que se encuentren en peligro; recuperar el ecosistema del campus de la Universidad; y contar con un inventario de la biodiversidad del área.

El Arboretum UFM ofrece las lecciones perdurables para aquellos interesados en proteger el medio ambiente: 1. que son las personas en lo particular quienes deben preocuparse y responsabilizarse de su entorno, procesando la información específica de tiempo y lugar de sus localidades para descubrir nichos ecológicos; 2. que no existe incompatibilidad entre el crecimiento económico y la calidad del medio ambiente. y 3. que la efectiva protección del medio ambiente depende del establecimiento de instituciones que protejan los derechos individuales y que el reconocimiento de la propiedad privada constituye una condición esencial para mejorar la calidad del medio ambiente.