25
Jun 23

Fariseos en las urnas: Negar ayuda a una madre mayor en las elecciones

 

Fui a votar a las 9:00 a. m. y fue una experiencia agradable.  El centro de votación asignado queda a 200 metros de mi casa así que caminamos hacia allá, no había mucha gente y en la mesa que me tocaba no había cola así que llegue directo.  Los miembros de la junta receptora de votos amabilísimos y muy eficientes…pero hubo dos detalles que quiero comentar. Es que hoy son las elecciones generales en Guatemala.

Antes de mí estaba votando una señora mayor que evidentemente necesitaba ayuda con las papeletas; iba acompañada por su hija que no pudo auxiliarla porque un fiscal intenso se había dado a la tarea de controlar el orden en el lugar y no dejaba que la hija se acercara a auxiliar a la madre.  La anciana hizo lo que pudo y la hija estaba muy tensa por no poder ayudar a su mamá.

¿Qué necesidad hay de actuar como fariseos?  ¿Qué clase de criterio de ventanilla lleva a alguien a pensar que es electoralmente incorrecto que una hija ayude a su madre mayor a votar? ¿Ese tipo no tiene madre?

Luego llegó mi turno.  Me gusta tener una foto mía en el momento de sufragar porque me sirve para ilustrar entradas en Carpe Diem.  El intenso, sin embargo, quiso impedir que me tomaran la foto y aunque no lo consiguió, es muy incómodo tener que tomar fotos de forma clandestina.

¿Qué necesidad hay de actuar como fariseos? ¿Qué clase de criterio de ventanilla lleva a alguien a pensar que es electoralmente incorrecto tomar una foto de alguien que -voluntariamente- necesita una foto suya en el acto de emitir sufragios?  Gente como el fiscal intenso deberían tomar te de tilo, o de valeriana el día de las elecciones.

Aparte de eso, en próximos eventos de esta naturaleza, el Tribunal Supremo Electoral debería ser claro en el sentido de que, por ejemplo, el derecho de una persona mayor a sufragar con comodidad es superior al interés de los fiscales, e incluso de los miembros de las juntas receptoras de votos, de cuidar la secretividad del voto.

Es cierto que el voto es secreto, pero eso quiere decir que nadie puede obligar a nadie a revelar por quién va a votar; pero no quiere decir que sea prohibido que una hija ayude a su madre anciana a votar con comodidad y tranquilidad. ¿Te imaginas que mal debe haberse sentido la anciana? 

Por otro lado yo disfruto de fotografiar mi papeleta amarilla, la del Parlacen, en la cual pongo: Cierren ese ñaque.  Naque, por cierto, es un conjunto de cosas inservibles e inútiles. Lo hago no como bloguero, ni como columnista, sino como ciudadano y como tributario. 

Está claro que situaciones como aquella son muy particulares y se relacionan con problemas particulares que tienen sujetos particulars; y ha de ser difícil lidiar con fiscales intensos. Personas tan aferradas a prohibir, obstaculizar y controlar suelen tener caracteres complejos que pueden ponerse desagradables.

Por lo demás, en el centro que me tocó y en otro que visité el ambiente era de orden y cordialidad.

En uno había música de marimba (ya no marimba en vivo, como en otros años) y siempre es muy agradable encontrar y saludar personas conocidas.  Luego a las 11:00 a. m. estuve en Libertópolis y acompañé en cabina a Marta Yolanda Díaz-Durán y a Ramón Parellada. 


23
Jun 23

El domingo iré a votar

Se revenden conciencias/ y compramos la piel/ Le cambiamos la cara/ Le compramos a usted/ Y si quiere dinero/ se lo damos también/ Usted lo da primero/ y nosotros después, en esta canción de Patxi Andión pienso cuando veo que se acercan los comicios del próximo domingo.

Unas elecciones raras, por cierto, porque por primera vez en mi vida voy a ir a la mesa de votación arrastrando los pies.  No es que antes no haya votado contra cierta candidata, en vez de votar a favor de alguna opción, pero es que ya se hizo cansino.

Francamente yo quisiera que hubiera mejores candidatos; pero como decía un político pícaro de los años 80 y 90, esto es lo que da la melcocha.  Eso sí, si sé que voy a poner mi equis sobre algún símbolo porque mi misión es que no quede la que considero que es la peor candidata, la más dañina, la más peligrosa potencialmente.  Es un hecho que alguien va a ganar la elección, me guste, o no; y es un hecho que al hacer una lista de posibilidades con sus pros y sus contras, sí hay candidatos peores.  Peores no sólo en cuanto a la calidad de su discurso, ala calidad de sus ejecutorias y a la calidad de ideas. Peores en cuanto al daño institucional potencial del que son capaces.

Como la política es el arte de lo posible voy a apostarle al largo plazo y a ganar tiempo con la ilusión de que los chapines aprendamos una lección: Hay que reformar las instituciones electorales para que no volvamos a vernos en la situación penosa actual.  ¡Y hay que forzar a los políticos para que esa reforma no sirva a intereses particulares como los ha servido la reforma vigente!

Por lo pronto voy a votar cruzado para que los políticos se obstaculicen y se bloqueen entre ellos. A algunas personas no les gusta esta forma de votar porque dicen que encarece la acción política; pero yo digo que no hay clavo con eso porque el poder mientras más limitado es, mejor.

Repito que en la papeleta de candidatos presidenciales votaré contra el mal mayor, mi voto no es una aprobación, ni un mandato de representación.  Sólo es la respuesta a un dilema moral. En el largo plazo, ¿qué es peor, el mal A, o el mal B? .                     

Para alcalde de la ciudad de Guatemala voy a votar resignado y como por inercia, pero voy a votar para evitar opciones más perjudiciales, mas inexpertas, más fantasiosas y más perniciosas. Ni de lejos es un voto de aprobación, sólo es uno aguante.

Para diputados -tanto en la lista distrital (papeleta celeste) como en la lista nacional (papeleta verde)- me siento cómodo con las opciones que tengo.  No son la gran cosa; pero, la verdad sea dicha, hay poquísimas posibilidades de que alguna vez haya candidatos con los que esté muy de acuerdo y que llenen todas mis expectativas.

¿En la papeleta del Parlacen? ¡Mofas, befas y escarnios!  No se me ocurre una opción mejor, como no sea algo así como ¡Cierren esa bazofia!

Se que estas meditaciones tienen un aire pesimista -como la canción de Andión- pero no te confundas.  Aunque me presente ante la junta receptora de votos arrastrando los pies, voy a ir a votar porque puedo. Votaré porque el sufragio es mejor que agarrarse a balazos; porque ir a votar es mejor que tener que salir a la calle a arrojar piedras; porque prefiero que los jóvenes voten, y no que tengan que entregar sus vidas para combatir a una presidenta que resultó electa porque no entendí que era más prudente votar contra ella, que ser neutral y fingir que no soy responsable de los resultados.

Columna publicada en República.


21
Jun 23

El disparate de las mascarillas

 

Los fiscales de los partidos políticos expresaron su desacuerdo con la recomendación disparatada que hizo el Tribunal Supremo Electoral respecto al uso de mascarillas en los centros de votación el domingo 25 de junio.

El TSE giró instrucciones para forzar  que los miembros de las juntas receptoras de votos  usen mascarillas en los centros de votación.  Aunque, para los votantes es una recomendación y no una obligación, la disposición es un disparate porque abre la puerta para arbitrariedades totalmente innecesarias en los centros de votación.

Mi experiencia con la gente de las mascarillas es que suelen sentirse, como diría mi abuela, holier than thou y eso puede ser incómodo en las mesas y en los centros de votación.

A mí me encanta el ambiente de los centros especialmente cuando hay marimba; me encanta encontrar gente conocida, saludarnos y especialmente cuando la gente va en familia.  Cuando mi amiga, Lucía, está de presidenta de mesa su equipo le ha cantado el Happy Birthday a un votante cuando su cumpleaños coincidió con el día de los comicios. Mi amiga, Olga y su grupo llegan el día antes al centro de votaciones a limpiar y ordenar de tal forma que su equipo y los votantes encuentren un lugar especialmente limpio y agradable.  Grupos de amigos le ponen mucho énfasis a los alimentos que llevan para sus compañeros de mesas.  Dos de mis sobrinos tendrán su primera experiencia como miembros de una junta receptora de votos en esta ocasión. ¿Qué necesidad hay de introducir elementos conflictivos en aquel ambiente?

Las mascarillas, ¿crees que contribuirán al buen ambiente en los centros? Imagínate estar más de 12 horas con la boca y la nariz tapadas cuando el ambiente debería ser de fiesta y armonía . ¿Te imaginas lo desagradable que puede ser un enfrentamiento por el criterio de usar mascarillas, o no? ¿Te imaginas lo fastidioso que puede ser tener la mascarilla puesta cuando haya algún desacuerdo a la hora del conteo?

El Tribunal Supremo Electoral solicitó un informe de la situación nacional del covid-19 y se basó en ella para girar aquella instrucción absurda; pero ¡desde mayo pasado es que la Organización Mundial de la Salud, principal promotora de la emergencia sanitaria por el covid-19 anunció que aquel estado de cosas había terminado.  ¡É finita!

¿Cuál es el propósito del TSE de seguir con la necedad? ¿Sabes que me dio algo de risa por especialmente ridículo? El cuarto punto del comunicado, el de evitar aglomeraciones. ¿La gente responsable de este absurdo nunca ha estado en una procesión? ¿Nunca ha estado en el Teatro Nacional cuando está lleno durante un espectáculo de 90 minutos? ¿Nunca ha estado en un avión durante un vuelo de 12 horas?  

Lo de las mascarillas el domingo no es obligatorio para los votantes, aunque si parece forzado para los miembros de las juntas (¿Lo es para los fiscales de los partidos?) y de verdad espero que no me la pida ningún fariseo en el centro donde voy a ir a votar.  En todo caso, el uso de mascarillas debería ser voluntario.. Hay motivos válidos por los que algunas personas quieren usarlas y está bien, pero su uso debe ser voluntario. 

Si yo fuera miembro de junta esta disposición es una oportunidad para la desobediencia civil; aunque para no crear conflictos el domingo, lo mejor que podría hacer es renunciar y que el TSE resuelva el embrollo que ha causado.


22
May 23

Proceso electoral incierto y bochornoso

 

Es muy dañino para cultivar la confianza en las instituciones, para la credibilidad del proceso electoral, para la fundación de un estado de derecho y para la construcción de una república eso que hacen los magistrados del Tribunal Supremo Electoral y el registrador de ciudadanos en cuanto a aplicar la Constitución, las leyes y reglamentos de forma arbitraria -para unos, Si; y para otros, No.

La foto la tomé de aqui https://bit.ly/41TM9hK

Es evidente que aquellos funcionarios actúan de forma errática e irresponsable y con ello han generado el peor y más incierto ambiente electoral que he visto en toda mi vida.  Las alcaldadas de aquellos magistrados y del registrador, ¿tienen alguna explicación racional? ¿A quién sirve tanta zozobra? Es cierto que la legislación electoral es una colección de parches y que, en su momento, fue fabricada para favorecer intereses políticos; pero eso no explica la deshonestidad con la que parece que están actuando los miembros del tribunal supremo y el registrador. ¿Qué tanto es lawfare?

¿Quién, por ejemplo, autoriza la inscripción de candidaturas que no llenan los requisitos legales?  ¿No hay quién se dé cuenta de las anomalías a tiempo? ¿Por qué?

¿A quién le corresponde investigar cuál es el origen de las autorizaciones irregulares?  Estoy convencido de que tanto los magistrados como el registrador deben responder -incluso penalmente, si es necesario- por las resoluciones en las que han incumplido deberes y han pasado por alto requisitos legales para favorecer aspirantes cuyas candidaturas se vuelven vulnerables en los tribunales.

Luego está la cuestión de si el Tribunal Supremo Electoral sigue siendo supremo, o si se ha convertido nada más que en una ventanilla de trámites.


14
May 23

Omisión de nombres en papeletas electorales

 

Dieciséis fiscales de partidos políticos votaron a favor de que en la papeleta de elección de diputados de Lista Nacional no aparezcan los nombres de los candidatos que postulan; y el Tribunal Supremo Electoral acordó no incluirlos.  

Creo que los nombres deben ser incluidos: No para que la gente decida por quién votar porque ese es un ejercicio que se debería hacer antes de llegar a las urnas electorales.  Si alguien es tan irresponsable como para llegar sin saber por quién va a votar, ¿de qué sirve que hay una lista de honorables desconocidos en la boleta?

Los nombres deberían estar incluidos para que, por todos los medios posibles, se sepa y conste para a historia quiénes están con quiénes.  Por aquello de dime con quién andas y te diré quien eres.

Los nombres no deben quedar escondidos por consideraciones momentáneas para el elector irreflexivo, sino por consideraciones históricas en todos los medios posibles. 

Hablando de historia, la boleta que ilustra esta nota corresponde a comicios de finales del siglo XIX, o principios del siglo XX.  Entonces sólo votaban las personas que sabían leer y escribir y firmaban su papeleta.  Los electores anotaban los nombres de los candidatos que favorecía y votaban por presidente de la república, por presidente del organismo judicial, magistrados propietarios y magistrados suplentes, fiscales y diputados.

Mira que han cambiado las cosas. 

Gracias a Luis Andrés Schwartz por la pista.


12
May 23

Pelusa en el ombligo

Veo los resultados de la Encuesta Libre y me sorprendo; pero no debería sorprenderme.  Muchísimas personas están hartas de la vieja política y han vuelto sus ojos hacia lo que perciben como un outsider; y como lo explica mi cuate Bryan Caplan, la mayoría de votantes actúa irracionalmente en democracia.   Sin aprender de experiencias pasadas, muchos electores potenciales dan la impresión de que están en busca de un salvador para que gobierne y mande. Aunque sea uno como el puntero Carlos Pineda…que es ex UCN y ex Baldizón.

Después de la sacudida, el aroma de café despierta al optimista moderado que hay en mí y busco algo que me haga sonreír.

El colectivismo más extremo –que parte de él está vinculado con la exgurerrilla y con sus organizaciones afines– es pelusa en el ombligo.  Está, como dicen en mi pueblo, en la calle y sin llavín. Su discurso decimonónico los tiene ahí, como se tiene un tchotchke. Sus candidatos son líderes de nada. Son gobernadores de pueblo sin gente, diría mi abuela.  

La intención de voto para personajes como Manuel Villacorta está al nivel de la de Amílcar Rivera y Sammy Morales.  Amílcar Pop, con todo el pedigrí de la URNG y de Winaq (¿de Rigoberta Menchú?) ni siquiera está en el radar; y lo mismo pasa con Bernardo Arévalo, cuya mejor carta es el linaje que lo conecta como hijo de un presidente muerto hace 33 años. La semilla está argeñada y… ¿Dónde está el caudal de Thelma Cabrera y de Jordán Rodas? ¿No lo comparten?

¡Se nos está muriendo la izquierda más mesozoica! ¿Qué queda?

¿Será la Unidad Nacional de la Esperanza que se cuenta entre los miembros plenos de la Internacional Socialista?  ¿Te acuerdas de cuando Sandra Torres y su marido, Álvaro Colom, viajaron a La Habana para darle la Orden del Quetzal al tirano Fidel Castro y este ni siquiera los recibió? Pero no hay que engañarse, en la mera realidad la UNE y su candidata son la vieja política y el establishment hechos carne.  ¿Será Zury, que implosionó? ¿Serán los partidos Valor y Unionista que representan al conservadurismo con olor a naftalina? ¿Será Mulet? ¿Mulet el del viagra gratis? ¿El paradigmático burócrata internacional? ¿El que, cuando era presidente del Congreso era caricaturizado halando un Lincoln Continental? 

¿Y qué hay de los demás?  Entre todo lo demás hay muy estatistas y muy, muy estatistas.  Entre la oferta electoral parece predominar la idea de que los intereses colectivos deben prevalecer sobre los derechos individuales.  Parece preponderar la idea de que la justicia se hace desde el Legislativo y no en el Organismo Judicial. Da la impresión de que prima la idea de que la mayoría (o por lo menos quienes dicen representar a la mayoría) debe mandar.  No es aventurado decir que entre los demás candidatos sobresale la idea de que los diputados representan los intereses de quienes los eligen; concepto de representación que también aplican a los alcaldes y al presidente.

¡Uf! Los electores chapines la tenemos difícil. ¿El antivoto de Sandra Torres la coronará como tricampeona del arte de hacer presidentes? ¿Mulet tiene alguna posibilidad de escalar y sustituir a Torres en el segundo puesto? ¿Zury se va a quedar chiflando en la loma? Sabes qué… No quisiera tener 18 años y que esta fuera la primera vez que voy a votar. 

Columna publicada en elPeriódico


14
Abr 23

En su casa los conocen y los tratan de tu

 

En su casa lo conocen y lo tratan de tu era el dicho que mi abuela tenía para referirse a alguien desconocido; en el sentido de que a la persona en cuestión no era conocida más allá de su círculo familiar.  Para esos casos, Frances tenía otro dicho más chistoso: A saber qué pata puso ese huevo, para decir que quién sabe de dónde la persona en cuestión.

De aquellos dos dichos me acordé cuando un extranjero me preguntó que cuántos candidatos presidenciales había para los próximos comicios. Unos 23, le dije sin estar seguro…y añadí: Pero de esos, sólo unos tres cuentan.  El visitante preguntó, entonces, ¿Cuáles tres? y rápidamente produje tres nombres.  Y la siguiente pregunta fue: ¿Quiénes son los otros?.  Me quedé en silencio unos segundos y poco a poco, poco a poco empecé a producir nombres…y no pasé de cinco.  Después de ahí, a los demás en sus casas los conocen y los tratan de tu.

Lejos están los días en los que los candidatos presidenciales eran -te gustaran, o no- personas con trayectorias largas y ejecutorias notables.  Mucho de lo que hay ahora entre los candidatos presidenciales son tipo A saber qué pata puso ese huevo, y ya no digamos lo que hay en los listados de candidatos para alcaldes, y en los listados de candidatos para diputados.  ¿Sabes quiénes son los dos candidatos a diputados que encabezan cada una de las listas de los tres partidos políticos que tengas top of mind?

Si este desconocimiento ocurre entre personas que leen diarios en línea y leen columnas de opinión, ¿qué crees que ocurre con el ciudadano y tributario promedio?

La primera elección general de la que tengo memoria es la de 1970.  Estaba, yo, en segundo grado de Primaria y uno de mis compañeros le preguntó a la maestra que qué quería decir PR, porque toda la ciudad estaba pintada con esas siglas. La maestra le explicó que quería decir Partido Revolucionario, de Mario Fuentes Pieruccini y que las pintas eran porque pronto había elecciones.  Mi compañero preguntó que si ganaba el PR iba a haber revolución y mi maestra le dijo que no, y que el PR era el partido que gobernaba en ese momento.

De ahí se disparó mi interés por los comicios, me acordé de que había un candidato de apellidos Lucas Caballeros, que decía ser el de las manos limpias y de que, en alusión a él, había pintas en las paredes que decían Lucafé.  Luego me enteré de que era porque tenía vínculos con la caficultura.  Me acordé de haber oído que, en casa, el candidato favorito era Carlos Arana.

Las elecciones de 1974 las viví con más conciencia.  Recuerdo la canción que decía Mi papá votará por Ríos Montt, del Frente Nacional de Oposición con Alberto Fuentes Mohr; no me acuerdo de nada con respecto a Ernesto Paiz Novales; y los votos en mi casa iban por Kjell y Mario.

En 1978 me acuerdo de Peralta Méndez, Peralta Azurdia y Romeo Lucas; y en 1982, la primera elección en la que participé activamente, son inolvidables Maldonado Aguirre, Guevara, Anzueto Vielman y Sandoval Alarcón.

Mi punto es que, aún de niño, me daba cuenta de que todos aquellos nombres tenían historia y presencia en el país y en las conversaciones que había en casa.  En mi círculo -nos gustaran, o no- se sabía qué patas habían puesto aquellos huevos.

En aquellos días y con cualesquiera que fueran sus defectos y limitaciones, los partidos eran ideológicos.  No era como ahora que son puras roscas electoreras diseñadas para conseguirles boletos de participación para los candidatos.  No era como ahora que da la impresión que lo único que une a los miembros, directivos y candidatos es el afán de conseguir el poder, conservarlo, o influir en él en cualquier circunstancia, a cualquier costo.

Lo que ahora se ve en las listas de candidatos presidenciales, a alcaldes y a diputados no son personas de talla y altura.  En esas listas abundan puros personajes de oportunidad, sin conexión ideológica de unos con otros, o con los partidos que los postulan.  Están ahí porque alguien los puso.  No están ahí por sus largas trayectorias y ejecutorias notables.

Y todo esto es muy malo en muchos niveles. En su más pura expresión, la democracia tan cacareada ha desplazado al ideal republicano. Ya no importa si a muchos candidatos sólo los conocen en sus casas y los tratan de tu, porque los que hay en las listas son pa mear y no echar gota y los que resulten electos va a tener poderes legislativos, impositivos, punitivos y administrativos.

Columna publicada en elPeriódico.


01
Abr 23

TSE, la policía de la moral

 

¿En serio queremos que los miembros del Tribunal Supremo Electoral sean los arbitri moralis y los arbitri boni gustum en la campaña electoral? Si los miembros del TSE se convierten en los árbitros de la moral y del buen gusto…yo digo que eso viola la libertad de expresión.

La foto la tomé de Twitter.

Pienso en aquello cuando veo que el TSE está decidiendo cuáles deben ser las políticas de comunicación buenas, y cuáles son las malas.  El TSE dice que respeta plenamente la libertad de expresión y que garantiza el derecho de las organizaciones políticas y de los candidatos para promover sus planillas…pero….que si no lo hacen como a los magistrados les gusta, pues tendrán que remover las campañas y los mensajes.

¿Queremos darle al gobierno…a cualquier órgano del gobierno potestades de policías de la moral? En los países islamistas, la policía de la moral son unidades de las fuerzas de seguridad iraníes cuya tarea es revisar que se cumplan las estrictas interpretaciones de la moral islámica Hay más de 7,000 agentes encubiertos en Teherán.

La meditación viene a cuento porque el TSE ha mandado a que FCN-Nación quite su campaña de Dos mujeres un camino; y a que Nosotros quite su campaña de A huevos y sin pajas.  ¿La moralina está echando raíces entre los magistrados?  No soy fan de ninguno de los dos partidos y sí, es cierto, esas dos campañas son re mucas; pero….estoy seguro de que pintan a esos partidos y a sus candidatos como son.  Campañas así le hacen un favor a los electores porque son transparentes.

Lo mismo ocurre con la campaña municipal de Valor en Mixco, donde lo corriente de la campaña de la candidata da pena ajena, incluso a los que no tenemos simpatía alguna por el actual alcalde.

La foto la tomé de Twitter.

No hay que engañarse, sin embargo.  Sospecho que la oferta política ofrece lo que intuye que quiere la demanda política, de modo que mientras que la demanda política se conforme con lo que hay…eso es lo que va a haber.

De cualquier manera, las elecciones siempre son oportunidades para el humor chapín.  ¿Por qué no?, si hasta las tragedias son oportunidades para el humor chapín.


02
Mar 23

El voto nulo y anda suelto Satanás

 

Hay una canción que dice: Cae fuego en lugar de maná/ Se disfraza el asfalto de mar/ El zapato no encuentra el pedal/ Parece que anda suelto Satanás. De esa canción me acuerdo cuando veo las listas de candidatos presidenciales, candidatos a diputados y candidatos a alcaldes para los próximos comicios.

No sólo es que en los mal llamados partidos políticos están raspando las ollas para encontrar las sobras, sino que pareciera que anda suelto Belcebú. Con razón se hace muy difícil decidir por quién votar y con razón se discute bastante sobre el voto nulo.

Por un lado está quienes ven en esa opción un acto soberano de negarles su particular mandato a los aspirantes a cargos de elección popular.  La racionalidad de esa preferencia es que si no les das tus votos a los candidatos estos no te representan, no les das autoridad, ni apoyo, ni legitimidad.

Añádase que el voto nulo deslegitima un sistema que para nada sirve a los electores y a los tributarios; que el voto nulo significa menos dinero para las roscas electoreras, y que incluso puede conducir al cierre de aquellas organizaciones incapaces de conseguir más del 5% de los votos.

No es poca cosa el voto nulo desde aquellas perspectivas.

Por otro lado está quienes destacan que con tu voto, o sin tu voto, alguien va a ser electo, sí, o sí.  Como hay candidatos peores que otros, desde distintas perspectivas, el voto nulo es peligroso porque puede beneficiar a la opción más incapaz, más corrupta, o más criminal.  De modo que la opción más ética, para el elector, es tratar de evitar al mal mayor.  No por darle un mandato al menos peor; sino por negárselo al más nefasto.

Otro detalle es que no es lo mismo no ir a votar, que votar nulo.  Cuando alguien no va a votar puede ser que lo haga porque estaba enfermo, porque estaba fuera del país, porque tuvo una emergencia, porque está preso, o algo parecido y por lo tanto su acción de no acudir a las urnas es políticamente vacía.  Pero si alguien se toma la molestia de acudir a un centro de votación y vota nulo, ahí sí hay una expresión manifiesta. Eso hago siempre en las papeletas para diputados del Parlacén.

El proceso para tomar una decisión electoral debería ser personal, pensado y contextual.  No es one size fits all; y dicho esto siempre tengo presente la frase de Dante Alighieri:  Los lugares más oscuros del infierno están reservados para aquellos que mantienen su neutralidad en tiempos de crisis moral.

Voy a repetir que el proceso para tomar una decisión electoral debería ser pensado, personal y contextual; y que no es de talla única. De modo que aquel proceso incluye votar por el candidato A, por el candidato B, votar nulo, o no votar.  Claro que incluye el acto de dar un mandato, pero también el de negar un mandato; posibilidad esta última que, en el contexto apropiado, es tan importante como la primera.

¿Y cuál es la clave para no ir a parar a uno de los lugares más oscuros del infierno?  La de asumir la responsabilidad moral personal de la decisión tomada en el contexto temporal y espacial de cada elección particular. En no falsear la realidad y en reconocer que así como a veces es útil y valioso dar un mandato, otras veces es igual de útil y valioso negar un mandato, impedirlo, o por lo menos obstaculizarlo.

¿Qué piensas?


16
Feb 23

Y ahora, la zanata de la víctima

 

La decisión de si un candidato puede participar, o no en las próximas elecciones debe hacerse de conformidad con la ley; es decir que debe ser una decisión jurídica, no política.

No se le debería negar la participación a candidato alguno que llene los requisitos de para serlo…y en el caso de los requisitos ambiguos, el esfuerzo por producir una resolución apegada al respeto a los derechos humanos y a los principios generales del derecho y al tenor de la ley debería ser el mejor esfuerzo.

Dicho lo anterior…sólo por fantasear y por tener alqo que escribir hoy….dime si no sería divertido que Jordán Rodas fuera inscrito.  Dime que no sería divertido que recibiera el mismo trato -por parte del electorado- que recibieron Rigoberta Menchú (cuando fue candidata de su partido Winaq), de Manuel Villacorta cuando fue postulado por el mismo partido que Menchú y Álvaro Colom (cuando fue candidato de la URNG).  Sería un dhiste que recibiera el mismo trato electoral que han recibido otros candidatos del colectivismo más radical.

Aquello sería más divertido que aguantar cuatro años la zanata de la víctima por parte del candidato frustrado y sus fans.