Sin perjuicio de posteriores observaciones y exploraciones he aquí una primera vista de pájaro sobre los resultados de la eleccion presidencial, disponibles hoy a la hora en que estaba haciendo esta entrada, correspondiente al 98.81% de juntas receptoras de votos:
1. Tendremos que elegir entre Otto Pérez, Manuel Baldizón, o ninguno de los dos.
2. Eduardo Suger mejoró su desempeño; pero sólo obtuvo 16.26. Quizás alguien debería decirle que enough is enough. ¿Qué tantos votos recibió por el hecho de haber elegido una acompañante de fórmula que es mujer e indígena? ¿Qué tantos recibió por ser él quien es?
3. Los que en en 1999 votaron por Alfonso Portillo porque había matado a dos personas; ¿votaron por la Unión del Cambio Nacional porque el expresidente extraditable se los pidió desde detrás de las rejas? ¿Son nuevos votantes?
4. El resto de candidatos no obtuvo porcentajes de más de un dígito.
5. Aunque es posible que los obstáculos que enfrentó su candidato presidencial hayan influido en el resultado final, los pocos votos para Viva-Encuentro por Guatemala ponen en entredicho la idea de que exista un voto evangélico, ya que Harold Caballeros fue pastor de una iglesia protestante importante; y pone en duda el peso que aportó su candidato vicepresidencial, Efraín Medina, exrector de la universidad estatal.
6. El Frente Amplio de Izquierda, lidereado por la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú e integrado por un fuerte contingente de la exguerrilla en Winaq, la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalateca-Maíz y la Alianza Nueva Nación mejoró su desempeño comparado con los resultados de 2007. Menchú recibió ahora 3.25% de los votos, en vez de sólo 2.06. Y ahora no tuvo que compartirlos con el liderazgo de Nineth Montenegro, que fue su compañera de fórmula hace cuatro años. En Quiché, el departamento natal de Menchú, el FAI alcanzó 4.95% del total de votos válidos; y en Uspantán, entre los suyos y los que la conocen porque es su municipio originario, consiguió 3.27%. ¿Qué porcentaje crees que sacó el PP en Uspantán? 31.55%
7. El Partido Patriota, del general Otto Pérez, ganó en todos los departamentos en los que la guerra contra la URNG se sintió más durante los años 80 y 90. Ganó en Quiché (de Menchú) con 41.24% de los votos; ganó en Totonicapán con 28.65%; ganó en Huehuetenango con 37.06%; ganó en Quetzaltenango con 32.20; ganó en Sololá con 33.83% y ganó en Alta Verapaz con 29.29%.
8. ¡Hubo gente que votó por Patricia de Arzú! ¿Puedes creer eso? La designada del alcalde capitalino y expresidente, Alvaro Arzú consiguió que 96,899 personas le dieran su voto; y con ello consiguió 2.18% de los votos válidos.
9. Alejandro Giammattei cayó en picada desde 17.23% en 2007 cuando había quienes lo tomaban en serio, hasta 1.03% en esta última elección. Hasta Patricia de Arzú y Rigoberta Menchú sacaron más votos que él.
10. Adela de Torrebiarte -que se ganó la admiración de muchos cuando jugó un papel muy valioso para defender la Constitución frente a las pretenciones oficialistas de inscribir ilegalmente a su aspirante a candidata- pagó el precio de la inexperiencia política y se desperdició en una candidatura presidencial. Ella obtuvo 0.43 por ciento de los votos válidos.
11.¡Los nulos somos más! Bueno…los que anulamos nuestro voto y los que votaron en blanco. Aquellos fuimos 4.33% y estos fueron 7.85%, lo que suma 12.18%. Aunque el voto nulo no tiene efectos legales; la suma de votos nulos y votos en blanco (o sea de gente que se molestó en ir a las urnas y expresarse) significa algo: que es necesario discutir el tema. Si no ponemos el problema sobre la mesa, y seguimos apoyando candidatos sólo porque no hay nada mejor, nunca lo resolveremos. Por otro lado, ¿estamos obligados a darle nuestro voto (apoyo) a candidatos con quienes no compartimos valores? Yo digo que no. Las elecciones son acerca de elegir, y una posibilidad de elegir es la de no ser cómplice y la de poner en evidencia que necesitamos un mejor sistema. No se trata sólo de la inmediatez de darle la presidencia a uno, u otro; se trata del largo plazo y de la construcción de una república sana. El voto nulo es una opinión. Y si actualmente no es tomada en cuenta, debería ser tomada en cuenta en el futuro. Y para eso tenemos que poner el tema sobre la mesa, hoy.
12. Según reportes periodísticos hubo muertos y extranjeros en el padrón, que votaron, o que intentaron emitir sufragio. También hubo personas que votaron por otras. ¿En qué quedaron los acarreos de votantes? Estas prácticas, eran parte del plan oficialista para asegurarse un triunfo si lograban inscribir a su candidata ilegal? Y si era así, ¿a quién, o quienes sirvieron luego de que no hubo candidata oficial? ¿Fueron prácticas del oficialismo, o de otros más?
13. En estos comicios los partidos políticos ningunearon cínicamente al Tribunal Supremo Electoral, en casi todos los aspectos que pudieron incluyendo no reportar quiénes son sus financistas, pasando por rebasar los límites de gastos en propaganda e inscribiendo candidatos de forma ilegal. Fueron inscritos candidatos sin finiquitos. La gente se alegró por la destrucción de propaganda electoral. La pobreza de candidatos y de propuestas se hizo más evidente que en 2007. El populismo está cada vez más presente. Es evidente, también, que los partidos no son los intermediarios que deberían ser, entre los ciudadanos y tributarios, y los que ejercen el poder. Todo esto es peligroso y lo más seguro es que empeore. ¡Urge una reforma electoral!
Mañana, seguramente, le daré una vista de pájaro a los resultados para el Congreso, que son los más importantes en este proceso.