La inflación no es el alza generalizada en el nivel de precios, como generalmente malinforman los medios de comunicación masivos, la mayoría políticos, y muchos técnicos y burócratas. El alza generalizada en el nivel de precios es una consecuencia de la inflación; y esta, propiamente dicha, es la abundancia de dinero sin respaldo. Y esa abundancia de dinero sin respaldo ocurre generalmente porque el monopolio de la emisión de dinero emite muchos billetes y los mete en el mercado por medio de salarios, papeles y compras para satisfacer los intereses de quienes controlan el presupuesto del estado.
Al final de las cansadas resulta que usted necesita cada vez más billetes, para comprar exactamente las mismas cosas que antes, porque aquellos billetes -por abundantes- valen cada vez menos. Es como con los aguacates: cuando hay muchos aguacates, estos están baratos; pero cuando los aguacates escasean, estos se ponen caros. Visto desde otra perspectiva, cuando hay inflación (o abundancia) de aguacates, el vendedor de aguacates tiene que dar muchos más de estos para conseguir quetzales, que cuando los aguacates son escasos. Entonces, al aguacatero le basta dar unos pocos, para conseguir quetzales.
Por eso es que el billete de Q200 que empezará a circular en agosto es como un ave de mal agüero. El billete de Q200 es la confirmación material de que el quetzal ha perdido tanto valor que se hace necesario imprimir billetes de mayor denominación. Por supuesto que las autoridades del monopolio emisor dicen que no habrá inflación a causa del nuevo billete; lo cual es cierto porque el asunto es al revés. La necesidad del nuevo billete es consecuencia de la inflación. El billete no la ocasiona, porque es una necesidad resultante de aquella. Se necesitan billetes de Q200 porque con los billetes de Q100 ya no se puede comprar todo lo que se compraba antes.
La inflación es un impuesto oculto, silencioso e injusto que les roba el valor al dinero y a los ahorros de la gente. Empieza de a poquito, pero puede convertirse en una locura. A principios de los años 90, en Guatemala llegamos a tener una inflación 60% y ese fue uno de los Waterloos de la administración socialcristiana. En Zimbabue, la dictadura de Robert Mugabe imprimió billetes de 1,000 millones de dólares zimbabuenses, con los que sólo se podían comprar una hogaza de pan, o cuatro naranjas. La ilustración de esta entrada, muestra un billete de 50 millones de marcos, de la hiperinflación alemana.
La inflación y sus peligros deben ser tomados en serio.
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This entry was posted on miércoles, junio 16th, 2010 at 5:40 pm and is filed under Banco de Guatemala, dinero, Economía, inflación.
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Varias veces en el texto, has mencionado "…el monopolio emisor de dinero…", entiendo que en tu opinión, deberían haber mas emisores de dinero, para que no exista este monopolio. ¿Es correcta mi suposición?.Si es así, ¿sería algo similar, a cuando cada finca emitía su propia moneda?, ¿o es otro método?.El ejemplo de los aguacates, lo explica muy bien, sin embargo, el problema surge cuando los productores se "agremian", lo cual, entre otras cosas, hace que todos tengan el mismo precio, convirtiéndose en un monopolio, ya que estos son los que deciden el precio del producto y no la demanda y oferta, entonces ya no importa si hay o no hay aguacates, siempre tendrán el mismo precio, que generalmente será mayor al que podría haber en otras circunstancias.Similar situación ocurrió, en el mercado cantonal cercano a mi casa, en algún momento los vendedores de determinada fruta empezaron a vender al mismo precio todos, resultó que se habían agremiado, ya no importó si era o no era la temporada de la fruta, el precio fue dictado por quienes presidían el gremio.Llegó a tal punto lo abusivo del precio, que era mas caro que en un supermercado, muchos compradores emigramos a donde nos ofrecían mejor precio por el mismo producto, lo malo fue que muchos siguieron comprando en el mercado, fortaleciendo al gremio.Saludos.
Hola Pepe. No se parece a lo de las fincas porque aquel era un sistema para mantener "cautivos" a los trabajadores; y un sistema de libertad, necesariamente se trataría de no hacer cautivos.El banco central no resuelve el problema de los emisores agremiados, porque de hecho, si el banco central es un monopolio, eso es igual o peor que los emisores agremiados. Porque, encima, no es un monopolio "natural", sino uno por la fuerza.Generalmente se asume que no hay defensa contra los emisores agremiados; pero un sistema de libertad se apoya en un buen sistema judicial que garantice no que no haya ni monopolio, ni que no haya cárteles. Lo que debe garantizar es que no haya barreras de entrada. Esta es la clave. En el mercado cantonal es posible aquella colusión porque hay barreras de entrada. Y porque los que ponen las barreras de entrada pueden usar la fuerza para mantenerlas y contra quienes se oponen a sus designios. Eso es inaceptable en un sistema de banca libre.El sistema que a mí me gusta se llama Free Banking (sorry por el inglés) y está bastante bien explicado aquí: http://en.wikipedia.org/wiki/Free_bankingY sus exponentes más calificados son Lawrence White y George Selgin, por si te interesa explorar sus trabajos al respecto.
Gracias por la información, está sumamente interesante. Ya empecé a investigar sobre White y Selgin.Definitivamente es totalmente diferente al sistema, al que nos han acostumbrado por tanto tiempo.¿Hay algún lugar donde se haya implementado o se lleve a cabo actualmente?
Mmmmm, actualmente no creo porque lo que prevalecen son los mercados controlados, no la libertad.