En buen chapín no decimos ¡Estoy muy orgulloso de los guatemaltecos!, sino que decimos ¡Estoy bien orgulloso de los guatemaltecos! Ayer 31 mil chapines se lucieron en la Plaza de la Constitución.
El primer momento emocionante de la manifestación de ayer fue cuando pasé por los pasos a desnivel del Centro Cívico. Allí iba un gentío; y se me hizo claro que en aquella plaza, el antiguo Parque Central, no íbamos a ser cuatro gatos. La emoción creció al acercarnos al Parque Centenario por la Quinta avenida, donde ya se escuchaban los miles de pitos y vuvuzelas. Y al entrar a las plazas la vista era conmovedora. El diario Soy502 estima que habíamos más de 31 mil gentes allí. Yo fui no porque compartiera todos los valores y los anhelos de todos los presentes; pero fui porque comparto esta tierra con ellos y porque, al final de cuentas y cuando vemos a las familias con niños y todo manifestando, me gusta pensar que todos queremos lo mejor y perseguimos nuestra felicidad y bienestar en paz. Fui porque creo que #RenunciaYa al antejuicio es lo que correspondía exigir. Porque me adhiero al rechazo al arreglo de impundad con la CIGIG (para la cúpula de La línea) Y fui porque no había una manifestación hecha a mi medida.
Para decepción de los que anunciaban violencia y desorden, los chapines ya tenemos una larga tradición de manifestaciones pacíficas y ordenadas en las que hasta se han dejado limpias las plazas en las que se celebran. Tal es el caso de los Viernes de luto (en el Monumento a los Próceres) y las jornadas de mayo de 2009 (en la misma Plaza de la Constitución). La de ayer fue una marcha ordenada, sin pintas, pacífica, familiar y sin incidentes. Como no fueran las acciones imprudentes de personas que llevaron cohetillos y bombas de iglesia.
La manifestación de ayer fue voluntaria y legítima. Nadie fue acarreado, ni comprado con Bolsas solidarias, ni nada parecido. La gente llegó porque se vio comprometida con hacer algo contra la corrupción apestosa. Llegó para rechazar el uso del poder arbitrariamente y el enriquecimiento ilícito. Llegó porque se lo demandó su dignidad. ¿Te diste cuenta de que no hubo tarima, ni oradores? Fue una manifestación de todos. Ahí estuvieron todas las banderas, todos los colores y todas las canciones. Los oportunistas fueron opacados.
Las redes sociales jugaron un rol importante en la convocatoria y la organización de esta gesta ciudadana; empero se confirmó cierta debilidad debido a la saturación en la Plaza. Las redes sociales unieron, en ese Mare Nostrum que es la Internet, a los chapines de todo el mundo. ¿Así, o más fresco? ¿Te diste cuenta de que no es cierto eso de que los jóvenes son indiferentes? Algunos lo son, pero miles y miles de jóvenes llegaron a la plaza con entusiasmo, carteles e ideas.
Si no fuiste ayer, te lo perdiste. ¡Y ojalá que no pare allí!
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Qué alegre que esta vez no solo fueron “quejas de salón”. Ya es hora de que hagamos algo productivo. Yo tengo amigas que dicen que las manifestaciones no sirven de nada. Es muy cómodo que los demás nos resuelvan los problemas. Claro que las manifestaciones pacíficas y respetuosas han servido de mucho mundialmente.
[…] La demostración del 25 de abril en la Plaza de la Constitución y sospecho que el rugido de miles y miles de guatemaltecos en ese mismo espacio, mañana, son un mensaje claro para la CICIG, la Embajada, el establishment político, el Ministerio Público, y otros agentes involucrados en este proceso: ¡Los chapines no aceptamos sus pactos!, no aceptamos que “nos den atol con el dedo” y vamos a ponerle un ¡Hasta aquí! a la corrupción. […]
[…] no se les ha ocurrido acarrear gente para enfrentar las manifestaciones que ocurren desde el 25 de abril pasado. Porque pudieron haberlo hecho. Durante las jornadas de mayo de 2009, los Colom/Torres sí […]