Los sismos no son cosa del pasado

 

Bien dormido estaba cuando sentí el primer jalón y luego el temblor. Estaba tan dormido que dudé si me levantaba, o no a tomar mi tradicional vídeo en el espejo y, habiéndolo hecho, diferí para hoy la publicación del fenómeno aquí en Carpe Diem, así como mi reporte para el United States Geological Survey.

Haz clic en la ilustración para saber más.

El temblor de hoy en la madrugada fue especial porque ayer fue el aniversario número 49 del terremoto de 1976. Y, habiendo dicho eso, ¿ya tienes tus kits de terremoto en casa? Siempre aprovecho estas ocasiones para recomendar su preparación.

En casa, los nuestros tienen, cada uno, una mudada de ropa, baterías, una linterna, un par de botellas de agua, sendas latas de frijoles, elotes y atún, galletas de soda, antigripales, antialérgicos, analgésicos, antidiarréicos, fósforos, vodka y algo de dinero. También incluimos una carpa y bolsas de dormir.

El clavo es que ahora no tenemos dónde ir a acampar. En 1976, durante unos días dormimos en los autos, en la calle, hasta que unos amigos nicaragüenses de mis papás nos enviaron carpas, y eso mejoró nuestra experiencia. Pasados otros días, entramos a dormir a la sala de la casa y, al cabo de otros pocos días, cada quien a su dormitorio. Pero ahora no hay jardín, y nuestra sala queda a once pisos del suelo.

En fin, Guatemala está sobre tres placas tectónicas y cruzada a diestra y siniestra por fallas geológicas activas, aparte de tener tres volcanes en constante actividad. Por eso, no es raro que haya sismos cada tanto y que algunos sean mortíferos, como el de 1976 y los de 1917 y 1918.

Los sismos de 1917 y 1918 representaron para Guatemala grandes pérdidas humanas y materiales; sin embargo, a pesar de las difíciles condiciones, hubo gestos de solidaridad, apoyo y también anécdotas y vivencias que contaban quienes sobrevivieron a aquellas catástrofes. En la conferencia de abajo te comparto relatos que escuché de familiares sobrevivientes de esos desastres.

Vivencias y anécdotas de los terremotos 1917-1918

Los terremotos en Guatemala no son cosa del pasado. Son parte de nuestra historia, pero también de nuestro futuro. ¿Estamos listos para el próximo?

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