¿Me acompañas?

¿Me acompañas en un paseo filosófico? Seguro que has oído que la función principal del lenguaje es comunicar; pero No.  Su función principal es ayudarnos a mantener el orden en nuestras mentes y ayudarnos a pensar.  Esto es porque el lenguaje es un instrumento de cognición, y la capacidad de conocer precede a la comunicación.

Cigoto humano, foto por NinaSes, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons.

Ayn Rand explica esto en su epistemología; para ser utilizado como una sola unidad, la enorme suma integrada por un concepto debe tomar la forma de un concreto perceptual único, específico [una palabra] que lo diferenciará de todos los demás concretos y de todos los demás conceptos. Esta es la función que cumple el lenguaje.  De ahí que una silla no sea lo mismo que un banquito, ni que un sofá; y de ahí la importancia de diferenciarlos.  El proceso de formación de un concepto no está completo hasta que sus unidades constituyentes se han integrado en una sola unidad mental por medio de una palabra específica.

Verás: un cigoto no es lo mismo que un bebé; un embrión no es lo mismo que un bebé; y un feto no es lo mismo que un bebé.

El cigoto o huevo resulta de la unión del gameto femenino con el masculino; que se segmenta, para formar una mórula y luego una blástula; pero no es un bebé.  Es vida potencial, pero no es vida actual.

La palabra embrión se aplica hasta la octava semana de la concepción y un embrión no es un bebé.  El embrión es total y absolutamente dependiente de la mujer que lo está gestando y es vida potencial, no es vida actual.  La mujer tiene vida actual, pero el embrión sólo es una vida potencial.

En la novena semana de gestación empieza la etapa fetal.  El feto no es un bebé.  La etapa fetal concluye con el nacimiento cuando, entonces sí, el neonato es un bebé.  En el estado actual de la biología, la ciencia y la tecnología, ningún feto puede vivir independientemente de la mujer que lo está gestando, antes de la semana 23.  Entre el cigoto y el sexto mes de embarazo, la vida potencial no es vida; pero tiene la posibilidad de serlo en el futuro.

Si llegaste hasta aquí, muchas gracias.  ¿Te animas a seguir explorando la importancia de los conceptos y las palabras?

Columna publicada en elPeriódico.

Esta columna forma parte de una serie de tres:

¿Me acompañas otra vez?

¿Otra vez, me acompañas?

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4 comments

  1. Buenos días, desde cuando se puede comparar un banco con un embrión, o un bebé con una silla, un lenguaje tan simplista y demagogo no puede ni debe de ser utilizado como una verdad absoluta, sin embargo ante inminente ignorancia y tratando de bajarse al nivel podría hacer la analogía pauperima del trozo de madera con el que se fabricó ese banco y esa silla, la que jamás hubiera llegado a las manos del carpintero sin la semilla, sin la tierra y el agua antes de ser útil para su fin.

  2. Gracias por escribir, don Francisco. Sospecho que la tiene clara: una semilla de pino no es un banco de madera de pino; y la tierra en la que se siembra el pino tampoco es un banco de pino. La semilla es necesaria para que haya árbol, pero no es un banco de madera de pino. Del mismo modo, digamos, que un huevo no es un pollo. Vaya usted al supermercado y pida un pollo; si le dan un huevo en vez del pollo, ¿aceptaría el huevo y lo pagaría a precio de pollo? Del mismo modo, un cigoto no es un bebé. Un huevo es un pollo potencial, del mismo modo que un cigoto es un bebé potencial.

  3. De acuerdo con que cada etapa tiene sus características y por tanto se les nombra para diferenciarlas. Y aunque popularmente una embarazada no le llama un cigoto, embrión o feto sino un bebé, lo cierto es que en cualquiera de las tres etapas es un hijo o hija, un ser humano, que claramente tiene vida, se desarrolla y desempeña varias funciones desde su estado unicelular. El concepto VIDA en la RAE se aplica perfectamente al cigoto y subsecuentes etapas hasta el día de la muerte, sea como anciano o antes de la vejez. Hay un ser humano VIVO en el vientre; lo sabe la ciencia y la madre también.

  4. Gracias por escribir, Geraldine. Tiene razón en que las células que conocemos como cigoto, o embrión están vivas; pero hoy, precisamente, publiqué un artículo para explicar que la vida biológica y cícilica que tienen el cigoto y el embrión, no es lo mismo que la vida capaz de formar una biografía gracias a las capacidades únicas de los individuos humanos para expresarse (por medio del habla), decidir y actuar en persecución de la felicidad. Se que es una sutileza que puede resultar difícil de entender…pero es muy importante para la vida de las mujeres gestantes. A mí me encanta que las mujeres que quieren ser madres piensen en el embrión como si fuera un bebé;…pero…ya sabe Wishing it does not make it so. Saludos.