Thelma Aldana y el proyecto presidencial del Movimiento Semilla fueron moros al agua desde el momento en que su principal patrocinadora, esa aberración llamada CICIG, perdió sus facultades ilimitadas para influir y ejercer poder en su favor.
La Corte de Constitucionalidad rechazó la apelación con la que Thelma Aldana buscaba ser inscrita como candidata presidencial de Semilla.
De poco sirvieron cuatro años de campaña, la modificación -a la medida- de la legislación electoral y la penetración en el TSE, si en la recta final aquella comisión no podría dar el empujón final. ¿Y cómo iba a ser de otro modo? TA tenía suficientes colas machucadas como para no poder alzar vuelo por sí misma, de la mano de un partido casi insignificante, incapaz de juntar más de 15 personas en una plaza pública. La candidata no sólo no pudo conseguir un finiquito vigente, sino que se consiguió una orden de captura y corrió prófuga hacia la vecindad. ¡Ni siquiera Disneythelma pudo conseguir que fuera tomada en serio!, detalle que hubiera sido insignificante si la CICIG hubiera podido empujar a la Corte de Constitucionalidad, aún si el empujón fuera violatorio de la ley. ¿Cuándo es que la ley ha sido un obstáculo para imponer un proyecto cuando se cuenta con el poder formidable que tenía aquella comisión en combinación con algunas embajadas?
¿A ti te extrañó que ayer dijera que su gallo es Thelma Cabrera, la candidata del Movimiento de liberación de los pueblos? A mí, no. ¿De verdad le creíste a TA eso de que era de derecha con conciencia social? Yo, no. Semilla tiene sus orígenes en el pensamiento de Edelberto Torres y el fruto no cae lejos del árbol. ¿Y qué es el MLP? El brazo político de la Codeca, esa organización que tiene, ¿cuántas docenas tiene?, docenas de denuncias por robo de energía eléctrica. TA mostró sus colores cuando admitió que sería candidata presidencial, luego de haber dicho que no estaba interesada en serlo; y mostró sus colores cuando no tuvo empacho alguno en decir que le guiña el ojo a la candidata de una organización evidentemente delictiva como es la Codeca. Organización, que, por cierto, da la apariencia que ella hubiera protegido cuando era Jefa del Ministerio Público y la fiscalía nunca procedió contra los ladrones de energía.
Aldana y sus patrocinadores atrajeron a muchos que –por temor al poder de la CICIG y por animadversión contra Jimmy Morales– desarrollaron un punto ciego para lo peligrosa que era aquella candidatura ilegal, fabricada artificialmente y plagada de colas.
En un espíritu Hayekiano, tengo la esperanza (la esperanza de un optimista racional y moderado) de que los chapines aprendamos algo de este proceso electoral atípico e incierto en el que estamos inmersos. Seguramente fue un error dejar en manos de otros la política y el civismo que demanda una sociedad compleja. Seguramente fue un error desentenderse de la cooptación de los tribunales por parte de grupos de interés. Seguramente fue un error no ponerle atención a las reformas institucionales y legislativas necesarias para sanear la república. Seguramentre será un error no construir ya, pero ya, ya, un consenso sobre quién enfrentará a Sandra Torres, si ella consiguiera ser inscrita como candidata y llegara a la segunda vuelta. Seguramente será un error descuidar la elección de diputados. ¡Ojo, pero ojo con la elección de diputados!
¿Aprenderemos de nuestros errores? Que la experiencia de TA y de Semilla nos sirvan para algo, de modo que los errores sean oportunidades.
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