Me quedé esperando las vigilias, los memes y los hashtags en recuerdo de los siete bebés que murieron en el Hospital Roosevelt, un hospital estatal a cargo del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social.
Me quedé esperando una reacción oenegera y activista como la que se desató a causa de la muerte horrible de 41 niñas quemadas en el también estatal hogar seguro virgen de la asunción. Sin embargo, lo único que oi fue un cri, cri, cri, cri. Está claro que para el establishment de los derechos humanos, para la comunidad oenegera y para la comunidad activista hay muertos útiles y muertos inútiles.
¿Te imaginas el escandalo si esto hubiera ocurrido en un hospital privado? Está claro que los muertos del ministerio consentido no sirven para hacer la revolución.
A principios de mayo pasado, en el Hospital Roosevelt, ¡treinta y tres bebés! del área de neonatos de fueron infectados por un brote de la bacteria Klebsiella, un microorganismo resistente a los antibióticos, y muchos de ellos tienen pocas esperanzas de sobrevivir. Siete murieron ya. ¿Ha muerto alguno más desde que se supo la noticia el 9 de junio? ¿Nos vamos a enterar si muere otro chiquito?
La ilustración es de Prensa Libre.
A los de la foto se les perdona todo, habrá sido una movida audaz del ejecutivo nombrar a una de ellas para que le ¨llueva¨ menos?