Jorge Mario Bergoglio salió en auxilio de Nicolás Maduro y recibió al dictador venezolano en una audiencia privada en el Vaticano.
El domingo pasado turbas chavistas tomaron por asalto la sede de la Asamblea Nacional venezolana cuando se desarrollaba una sesión especial para discutir un juicio político contra el presidente Nicolás Maduro, después de que el Consejo Nacional Electoral, controlado por el régimen, dejara en suspenso la celebración de un referendo revocatorio contra el mandatario. . La oposición pidió el respaldo de la comunidad internacional y esta respondió tímidamente…a no ser por el Papa que le lanzó un salvavidas al tirano.
Maduro estaba cercado y el parlamento en Venezuela estaba restaurando la república y había hecho un llamado a la Orgnización de Estados Americanos apara que hiciera cumplir la Carta Democrática de aquel organismo. Sin embargo el espaldarazo de Bergoglio oxigena al régimen de Maduro y facilita la continuidad del chavismo. Bergoglio y la comunidad internacional con su tibieza, cuando no con su complicidad, neutralizó el logro de la oposición, mientras que Maduro simula una política pacifista y conciliadora que, en realidad, es una guerra interna que alarga la agonía del régimen.
Como escribió mi cuate, Ricardo, la mediación entre Maduro y Venezuela es como la mediación entre el violador y la víctima.