La administración de Jimmy Morales (o de quien quiera que haga sus funciones) tiene (todavía) la oportunidad de ser diferente a cualquiera otra que haya habido antes; pero la oportunidad se le va como el agua entre los dedos (como dice la canción).
Por ejemplo: vemos –de cuando en cuando– que fue hallado X número de plazas fantasma en alguna dependencia estatal; leemos que –como la de un chivo expiatorio– rodó la cabeza de algún parásito; escuchamos que tal vez sean cerradas una, o dos oficinas. Pero no hemos visto que sean erradicadas las partidas presupuestarias, o las dependencias que sirven a intereses particulares y específicos. No se ve que sean eliminados los privilegios legales y presupuestarios que benefician a individuos y grupos de todo tipo.
Aun así, lo que sí leemos es que la Administración quiere elevar la tasa del Impuesto al Valor Agregado, quiere elevar las metas de expoliación legal y quiere que más y más negocios pequeños (como las tiendas de barrio) se sumen a las filas de los tributarios.
Antes, digo yo, la Administración debería probarles a los mandantes que es diferente y que merece su confianza y su respeto. Esto debe ser así porque, si algo hemos visto evidente a partir de abril de 2015, es que nos han estado dando atol con el dedo. ¡Y eso que no hemos visto la podredumbre de la administración de los Colom/Torres, y de la anterior, y de la anterior, y de la anterior y de la anterior…)
Por ejemplo: Desde hace cuatro años la SAT tiene retenidos más de Q800 millones cuyos legítimos propietarios son los exportadores de café y cardamomo (y seguramente tiene retenciones de otros grupos). De acuerdo con la ley ese dinero ya debería estar de vuelta a donde pertenece. La oportunidad de ser diferente, para la administración Morales, reside en dar el ejemplo de cumplimiento con la ley; en cambio, los exportadores son amenazados con el uso de la fuerza por irregularidades cometidas por terceros. Historias como estas ha de haber montones. ¿Qué va a hacer la administración Morales para que la oportunidad de hacer la diferencia no se le siga yendo, como el agua entre los dedos?
Columna publicada en elPeriódico; la ilustración la tomé de Facebook.