Pobladores del municipio de Lanquín tomaron medidas de hecho que pueden afectar el ingreso y tránsito libre al Semuc Champey y a las grutas de Lanquín, en Alta Verapaz; por lo que el Programa de Asistencia al Turista, emitió un comunicado en el que les recomienda a los visitantes no viajar a aquel destino. Esta es la segunda vez que los pobladores hacen este tipo de cosas. El comunicado fue dirigido al Cuerpo Diplomático acreditado en en Guatemala.
Según Proatur, al menos 200 personas tomaron las instalaciones de la Municipalidad de Lanquín y los dos lugares turísticos. Lo que quieren con estas medidas violentas es que se les conceda el derecho de propiedad de los sitios turísticos.
La discusión de a quién le pertenecen los sitios turísticos es una discusión válida y que hay que tener; pero, ¿de forma violenta? Este tema se parece bastante al de a quién le pertenece el pasado; tema que Alberto Garín explora en este pequeño artículo.
A finales del año pasado visité el Cimarrón, un sitio fantástico ubicado en Nentón, Huehuetenango; y cuando empecé a hacer los arreglos para ese viaje extraordinario, la persona a cargo me advirtió que posiblemente no podríamos visitar aquel fenómeno geológico porque había un enfrentamiento entre dos poblaciones debido a quien tiene derecho a cobrar por el acceso a la dolina.
Tuve suerte porque el conflicto terminó antes de que llega; pero caminando iba, en dirección del Cimarrón -habíendo pagado la tarifa de acceso- cuando vi los restos quemados de lo que parecían bancas y columnas de madera. La explicación fue que más tardaban los habitantes de una población en construir la estación para el descanso de los visitantes (y vaya si no hace falta un lugar de descanso), que lo que tardaban los habitantes de otra población en llegar a destruirla y quemarla.
Imagínate cómo ha de ser que un turista eche viaje a aquellos lugares remotos y bellísimos, y se encuentre con que no puede verlos porque la gente está peleando. Es como cuando turistas han llegado a Tikal sólo para encontrarse con que el sindicato ha cerrado el acceso.
Un país turístico debería resolver este tipo de asuntos, sobre todo un país turístico que no hay modo que aproveche todo su potencial.
Eso deben meditar los que ponen al turismo por sobre otras industrias, qué turismo? Con qué seguridad?