Dos declaraciones recientes llaman la atención con respecto al papel de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala:
La primera es la de Manuel #NoTeToca Baldizón en el sentido de que de llegar a la Presidencia apoyaría la permanencia de la CICIG en el país; pero sin la presencia del comsionado Iván Velásquez.
La segunda es de Velásquez, el jefe de la CICIG en el sentido de que poco servirán al país los esfuerzos de la Comisíón y del Ministerio Público para combatir la corrupción si el Organismo Judicial no asume su responsabilidad.
La primera llama la atención porque pone en evidencia de que la CICIG con comisionados como Carlos Castresana y Francisco Dall´anese era muy cómoda para Baldizón y el establishment del cual es un ícono. La CICIG de aquellos dos personajes nunca estuvo, ni cerca, de asomarse a los casos de corrupción que ha destapado la Comisión en manos de Velásquez. De hecho, toda la corrupción que ha destapado la Comisión desde abril pasado tiene sus raíces, o ya estaba en plena producción durante las administraciones de Castresana y Dall´anese.
Lo que ocurrió, sin embargo, es que aquellos personajes estaban más concentrados en sacarles las castañas del fuego a Los Colom/Torres y a los Pérez/Baldetti en el sentido de conservar el sistema democrático, aún en perjuicio del sistema republicano y sobre todo en perjuicio del mandato original de la Comisión que en resumen era la de acabar con la impunidad y hacer que prevaleciera el estado de derecho. Quizás persiguiendo a las mafias que tenían (y tienen) el control, o por lo menos mucha influencia, en el gobierno que es el monopolio de la fuerza (supuestamente bajo la ley). ¿Será que Castresana y Dall´anese nunca leyeron El peladero, en elPeriódico? ¿Será que si lo hicieron nada les olió mal, y nada les dio curiosidad? ¿Será que nunca oyeron hablar de La línea, ni de lo que estaba ocurriendo en el Institugo Guatemalteco de Seguridad Social, ni de los arreglos de altos funcionarios del banco central con las lavanderías?
¡Con razón es que Iván Velásquez incomoda a gente como Baldizón y sus socios!
Claro que el brillo recién estrenado de la CICIG no puede ser desvinculado del hecho de que empezó a deslumbrar luego de la condena de La reina del sur, en Nueva York; del hecho de que las primeras revelaciones sobre La línea ocurrieron en la víspera de que el mandato de la Comisión no fuera renovado y de la omnipresencia del procónsul de Obama en todo este proceso. Pero aún así, aún si fuera necesario preguntarse si este brillo sería posible sin aquellos tres elementos, hay una diferencia abismal entre la gestión de Velásquez y las de sus predecesores. Por eso están nerviosos Baldizón y sus iguales.
La segunda llama la atención porque es cierto que una golondrina no hace verano. Si los chapines persistimos en ese feo hábito de no asumir nuestras responsabilidades y delegar en otros la solución de nuestros problemas, no sólo habrá necesidad de una CICIG que le haga los deberes al Ministerio Público; sino de otra que sustituya al Organismo Judicial, otra que sustituya a la Policía Nacional Civil, otra que sustituya al Sistema Penitenciario, y así podemos seguir y seguir la lista.
Mi objeción principal a la CICIG (y a su predecesora la Comisión para la Investigación de Cuerpos Ilegales y Aparatos Clandestinos de Seguridad) es que tradicionalmente en Guatemala no han funcionado los ministerios, entonces fueron creados lo fondos sociales. Y como la cosa siguió sin funcionar, fueron creados los comisionados; y cuando estos fracasaron también, entonces pasamos a hacer otra cosa. Así nos está pasando con el combate a la impunidad del crimen organizado y a de la corrupción . Como el Ministerio Público no funciona y como las leyes no son respetables, pues engendramos la CICIG. Sostengo que hay un patrón en esta forma de conducta; y lo ilustro con algo que escribió Thoreau por cada mil personas atacando las ramas de un problema, hay una sola atacando sus raíces.
Que conste que no hay nada intrínsecamente malo en hacer outsourcing de servicios incluidos los de seguridad y justicia. Los países de la mancomunidad británica tienen la opción (aunque no la obligación) de mantener a al Privy Council del Reino Unido, como su propia Corte Suprema de Justicia. Durante 30 años, para ganar credibilidad ante los inversionistas, Singapur mantuvo al Privy Council como su instancia judicial máxima; y actualmente Dubai y Mauricio hacen algo parecido. En Mauricio, dos veces al año, magistrados del más alto nivel, del Reino Unido visitan el país para impartir justicia y luego regresan a Londres.
El outsourcing de servicios de seguridad y justicia, sin embargo, no debe ser con propósitos políticos, ni ideológicos; sino que deben limitarse a garantizar seguridad y justicia. Debe responder a estrategias de largo plazo y sistémicas. No debe ser usurpadora. No debe servir para construir la nación al gusto de los patrocinadores y facilitadores del servicio. Debe servir al deseo soberano de los mandantes y los tributarios del país que adopta el sistema. Es fascinante que haga lo que está haciendo la CICIG ahora; pero no debe hacer lo que hacían las primeras dos administraciones de la Comisión (que nunca incomodaron a Baldizón, ni a la administración del IGSS, ni a las mafias en Aduanas y el banco central). Nada de hacerse de la vista gorda con aquellas chorchas; y nada de fabricar espectáculos a fuerza de testigos protegidos extremadamente dudosos y tramas dignas de algún tipo de pulp fiction.
La responsabilidad de rescatar este país pesa sobre los que podemos hacerlo porque queremos una mejor sociedad para nosotros y para los que nos siguen. Por eso hay que incomodar a cuanto corrupto haya que sacar de quicio…y haya que llevar a prisión; y por eso no debemos desentendernos y delegar en otros a cambio de no tener que involucrarnos. ¿Te das cuenta de que pedir una CICIG sin fortalecer primero, o paralelamente el Organismo Judicial es un gran disparate?
¿Ya decidiste cómo te vas a involucrar?
Actualización: el viernes 31 de julio es Trending Topic #GuatemalEsIvanVelasquez. Lo dicho. Los chapines abdicaron con la esperanza de que otros solucionen sus problemas, ¿como siempre? Creo que Velásquez debería explicarles a los chapines la naturaleza de su mandato, y explicarles que no se vale que deserten de sus responsabilidades y se las echen encima. Si seguimos así…y que conste que celebro la diferencia entre Velásquez y sus nefastos predecesores así como las capturas y la exposición de las mafias, ¿cuál será el próximo paso? ¿Cascos azules?