Guatemala le dió la espalda a Israel

La Cancillería guatemalteca anunció su decisión de reconocer como estado a Palestina y aunque dice que eso no alterará la larga tradición de amistad y coooperación con Israel, lo cierto es que esta acción de los pipoldermos debería dejarnos, como mínimo, con un mal sabor de boca.

En primer lugar porque Israel ha sido uno de los pocos amigos de verdad que ha tenido Guatemala.  Israel no financia terroristas, por ejemplo; no nos manda procónsules para imponer sus políticas; no nos receta legislación para decirnos cómo debemos vivir; no nos ha robado territorio.

En segundo lugar porque Israel es una república con la que los guatemaltecos deberíamos tener más valores en común, que con Palestina que prácticamente es una dictadura.  Israel es Occidente en el Oriente Medio.

El proceso de reconocimiento de Palestina comenzó en la administración de Los Colom/Espada.  Esto no debería sorprendernos porque, tradicionalmente, las izquierdas -tanto latinoamericanas, como guatemaltecas- han promovido la amistad con Palestina y un enfriamiento de las relaciones con Israel, cuando no una traición.  Esto debería darnos una pista más acerca del carácter de la actual administración en Guatemala.

Hoy se ha conocido que la acción de reconocimiento para Palestina sí afectará las relaciones entre los gobiernos de Israel y Guatemala (aunque seguramente no afectará las relaciones ente ambos pueblos).  Esta declaración fue sorpresiva y decepcionante, porque no es compatible con el nivel de relaciones que han existido entre Israel y Guatemala, dijo un comunicado de la embajada israelí en nuestro país.  No es para menos, porque lo que implica el reconocimiento es que el gobierno de Guatemala le ha dado la espalda a Israel en algo que para aquel pueblo es muy delicado: su sobrevivencia.

Para Israel, la tensión con Palestina y otros países árabes no es una de si me compran esto, o les vendo aquello; y ni siquiera es una de estos kilómetros cuadrados son míos, y no tuyos.  Es cuestión de vida, o muerte.  ¡Con razón se ha sorprendido y decepcionado la embajada de Israel.  Aparentemente los pipoldermos le dieron la espalda a Israel sin la decencia de decir agua va.  Y eso, en mi pueblo, se interpreta como algo que no es de amigos leales.

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  1. LuisFi,

    totalmente de acuerdo. Insisto, este gobierno es un velero sin vela, se va donde las olas quieran, sin rumbo.

    Que decepción, la excusa que dieron fue que para estar a tono con el resto de países latinoamericanos. Entonces, por ejemplo, preparémonos para la autorización de los matrimonios homosexuales y demás locuras que se les ocurran a los países de sur américa.

    Todo en nombre de lo políticamente correcto. Se les olvida los cobardes atentados de los terroristas contra ciudadanos israelíes y turistas que visitan los lugares sagrados de nosotros los cristianos y que esos cobardes NO respetan.

    Que ASCO!