A ver…¿quiénes no creen, todavía, que los impuestos son dinero ajeno, tomado, por la fuerza para ser repartido con criterios políticos entre los intereses y la clientela de quienes controlan la repartición?
La necesidad de financiar la piñata el gasto público de los últimos meses de 2012, demandó que los pipoldermos que dirigen el Ministerio de Finanzas tomaran la decisión política de usar los Q392 millones del Fideicomiso de Apoyo a la Caficultura y Q100 millones de la cuenta de devolución del crédito fiscal a los exportadores (que no era dinero de los pipoldermos, sino de los caficultores), pese a que estos recursos tienen destinos específicos establecidos por la ley. El Viceministro de Administración Interna del Minfin, reconoció que los recursos del fideicomiso fueron utilizados para el pago de la deuda pública y en lugar de devolver el crédito a los exportadores (sus legítimos propietarios) el dinero se usó para pagos de gastos diversos del presupuesto.
Estas acciones, ¿son constitutivas de malversación y de abuso de poder?