Niños que no se oponen al trabajo infantil

A pesar de los esfuerzos de muchas organizaciones, hay quienes no piensan que deberían ser erradicadas todas las formas de trabajo de menores. Y, ¡sorpresa!,  algunos de ellos son niños que trabajan. Agrupados en diversos movimientos nacionales, miles de chicos en América Latina se oponen a celebrar el Día mundial contra el trabajo infantil y en vez de eso les piden a las autoridades que se enfoquen en mejorar las condiciones de quienes trabajan.

Los niños que trabajan ayudan a mejorar el nivel de vida de sus familias mediante un trabajo sano, honesto y productivo no deberían temer por las políticas que proponen muchos burócratas internacionales y políticos.  Habría, eso sí, que distinguir entre los empleos dignos  y la explotación de menores, con la que no se puede estar de acuerdo.

El trabajo puede ser desútil; pero en sí no es negativo, ni dañino para la condición niños y adolescentes sino depende de las condiciones en que se trabaje.   Trabajar puede ser positivo para la autoestima de los niños y para ayudarlos a crecer como personas, en vez de criarlos como víctimas.

Hasta ahora, los movimientos de niños trabajadores han tenido un éxito limitado a la hora de defender su derecho a trabajar como miembros activos de sus comunidades y de sus sociedades; pero a lo mejor es tiempo para pensar en el tema, sobre todo tomando en cuenta las preferencias culturales.

 

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3 comments

  1. otra vez vengo yo con polémica, pero es para darle sabor al blog, discutiamos con personas del trabajo acerca del tema y me daban sus conclusiones validas.
    Los niños no estan en madurez para tomar ese tipo de decisiones , (el ejemplo que creo que a la mayoría nos paso es el ” ya no quiero seguir estudiando ” )
    La etapa de la niñez es esencial para que se formen adultos responsables.
    Lo que se debe en todo caso fortalecer es crear una sociedad en que puedan tener adultos responsables que puedan sostener a sus hijos y evitar el trabajo infantil aunque parezca necesario.

  2. Hola Lunatrack, gracias por traer buenas discusiones.
    Verás…en realidad, eso de que “Niños que no se oponen al trabajo infantil” es un mal título porque lleva a confusiones. Tienes razón con eso de que no todos los niños tienen madurez para tomar ese tipo de decisiones. Lo cierto es que, tanto en el caso de los niños que están a favor de trabajar, y los que estuvieran contra el trabajo infantil, la discusión es entre los adultos que los tienen a su cargo, y los criterios en que apoyan sus decisiones. Igual pasa con lo de estudiar, o no. En general, esas son decisiones que deben tomar los adultos; no los niños.

    Yo tuve amigos “bisneros” y amigos que trabajaban tanto en la infancia, como en la adolecencia. Una vez, en Paiz y cuando yo estaba en quinto grado de primaria, vi a un amigo trabajando de empacador de bolsas; aunque mi padre elogió el hecho, yo (que entiendo que el trabajo es desútil, o sea que preferimos no hacerlo) me hice toda clase de loco. En mi caso, un poco de trabajo productivo no me hubiera caído mal, y me hubiera enseñado a ser más disciplinado, seguramente me hubiera hecho más responsable, más temprano en mi vida. Pienso que, en general, el que los niños trabajen debería ser una opción más relacionada con la educación para la vida, que con la necesidad a causa de la miseria.

    Aquí también estamos de acuerdo. Sería genial que los niños no tuvieran que trabajar a causa de la miseria. Seguramente coincidimos en que es mejor una sociedad rica, en la que la mayor parte de la gente tenga un empleo digno para pagarse sus necesidades y las de su familia; que una sociedad pobre en la que haya desempleo, y trabajos mal remunerados.

    Pero por otro lado, es mejor que los niños puedan trabajar (como ha ocurrido a lo largo de la mayor parte de la historia de la humanidad), que acostumbrarlos a ellos, y a sus padres, a creer que otros tienen la obligación de mantener hijos ajenos. Los adultos responsables deberían, también ser responsables por los hijos que tienen, y no “pasarles” esa responsabilidad a otros, por la fuerza. Esto, claro, no incluye el hecho de que, por solidaridad, o por caridad, otras personas quieran -voluntaria y pacíficamente- ayudar a los necesitados. La benevolencia es algo maravilloso que hace que la cooperación social sea más agradable y aprovechable.
    Saludos

  3. Myrella Saadeh

    Para aportar a esta discusión comparto el link de un artículo publicado por Rayuela en la página 161: http://www.pami-guatemala.org/Documentos/rayuela4.pdf donde planteo este este es otro tema de doble moral.