El domingo pasado participé en La carrera por la libertad, organizada para conseguir fondos para el Programa de Impulso Académico en la Universidad Francisco Marroquín.
Participé…claro…es un decir. Debo haber corrido unos 100 metros sólo porque el Santiago insistió en que si era una carrera había que correr. Caminé otro tanto junto a “Sam”ta Claus. La mayor parte del tiempo me la pasé tomando fotos frente a la Biblioteca. Y entré a la meta corriendo junto a Lucía, con quien había caminado los últimos 100 metros de la competencia. Lo improtante, sin embargo, es que los participantes nos divertimos mucho y contribuimos al Programa ITA del cual son miembros muchos estudiantes a quienes les tengo mucho cariño y respeto.
La carrera fue patrocinada por el Banco Agromercantil que nos dio medallas a todos; de modo que ¡hasta yo conseguí medalla! Desde ya estoy apuntado para la próxima.