Hoy, en El Periódico, el lector don Carlos Maldonado tuvo la bondad de comentar mi columna de la semana pasada, titulada Socialismo y pobreza. Dice el lector: Leí con interés la columna de Luis Figueroa publicada el 18 de noviembre, Socialismo y Pobreza. Espero que lo que propone se haga realmente posible. Es lo que han promovido, aunque no lo crea, desde liberales hasta socialistas, lo que no sé es por qué no se logra. Al contrario, el porcentaje de pobreza, no solo nacional sino mundial, va en incremento. ¿A qué se debe? No lo sé. ¿Podrá decirme Figueroa cuál es la fórmula? Ah, por cierto le informo a Figueroa que el gobierno de Alvaro Colom jamás podrá entrar dentro de los perfiles para poder calificarlo de socialista, ni mucho menos. El hecho de haber impulsado algunas políticas de ayudas condicionadas no lo convierte en tal. México, Brasil, Argentina, incluso los Estados Unidos y Europa poseen estas políticas y no son socialistas, para nada. No hay que confundir magnesia con gimnasia.
Hola don Carlos, gracias por leer Carpe Diem y por tomarse la molesta de comentar. Voy a compartir con usted, y con los lectores, tres criterios por los que la administración de Los Colom/Torres-Espada sí es socialista:
-Ellos se declararon socialdemócratas (y la socialdemocracia es una forma de socialismo, como lo es el socialcristianismo y los son el nacionalsocialismo y el socialismo real). ¡Su partido, la Unidad Nacional de la Esperanza es miembro de la Internacional Socialista! ¿Cree usted que esta evidencia es insuficiente? Aquí va otra.
-Puesto de forma sencilla, para fácil entendimiento, el socialismo es una forma de colectivismo en el cual los intereses colectivos prevalecen sobre los derechos individuales. Se opone al individualismo, en el cual los derechos individuales prevalecen sobre los intereses colectivos. ¿Usted cree que la administración que está por concluir es del segundo tipo?
-Digamos que ninguna de las tres anteriores es válida. ¿Estaría usted de acuerdo con que el Manifiesto Comunista, es un documento característico del socialismo real? Yo diría que sí. Si coincidimos, lo invito a leer la parte II que, bajo el título de “Proletarios y comunistas” tiene una lista de 10 medidas de las cuales el proletariado se servirá para arrancar, poco a poco, todo el capital a la burguesía y centralizar todos los instrumentos de producción en manos del estado (¿será eso socialismo?)
l° Expropiación de la propiedad territorial y aplicación de la renta a los gastos del Estado (Ley de extinción de dominio);
2° Impuesto fuertemente progresivo (Impuesto sobre los rendimientos del capital);
3° Abolición de la herencia;
4° Confiscación de la propiedad de los emigrados y rebeldes;
5° Centralización del crédito en manos del Estado por medio de un Banco nacional con capital del Estado y con el monopolio exclusivo (Conservación del sistema de banca central);
6° Centralización en manos del Estado de todos los medios de transporte (Comenzando por el Transurbano);
8° Trabajo obligatorio para todos, organización de ejércitos industriales, particularmente para la agricultura (Empezando por la Ley del Servicio Cívico);
9° Combinación del trabajo agrícola y del trabajo industrial, medidas encaminadas a hacer desaparecer gradualmente la distinción entre la ciudad y el campo, y
10° Educación pública y gratuita de todos los niños, abolición del trabajo de éstos en las fábricas tal como se practica hoy; combinación de la educación con la producción material, etcétera (¿No fue la educación pública gratuita un caballito de batalla de Los Colom/Torres-Espada?).
Claro que no todas han sido iniciadas por Los Colom/Torres-Espada, y vienen desde una larga historia de gobiernos colectivistas enraízados en La primavera revolucionaria. Pero lo que sí digo es que Los Colom/Torres-Espada le pusieron entusiasmo a varios de ellos; y como se dice en mi pueblo: si algo tiene pico de pato, plumas de pato, camina como pato y hace cuac, como pato, ¡es pato!
Con respecto a la fórmula que pide don Carlos, lo que propongo, en la columna citada es que trabajemos en desarrollar un entorno económico que favorezca la inversión y el ahorro; que acabemos con todos los privilegios; que fortalezcamos el sistema de seguridad y justicia; que liberemos a todos los productores (los que lo hacen por cuenta ajena, y los que lo hacen por cuenta propia) de “las bolas de acero y los grilletes que cargan desde hace 67 años”.
¿Sabe? Yo empezaría por no votar por políticos que ofrecen castigar las inversiones y el ahorro; no votaría por políticos que ofrecen privilegios, o que se oponen a leyes abolirían los privilegios; ¡rechazaría todos los privilegios! Enfocaría el apoyo político y financiero –que se desperdicia en satisfacer a los grupos de interés- en seguridad y justicia; abandonaría el paternalismo, el proteccionismo, el estado de bienestar, y otras políticas que asfixian a los que producen, en beneficio de los saqueadores. Por favor, ¡dígame que estas no le parecen malas ideas! Claro que no son una fórmula, porque no hay tal cosa como una fórmula.
Siempre es y será un gusto leerte, y cada criterio equivocado es una oportunidad para “explicar” y proponer el correcto!! Creo que estas oportunidades son tan valiosas, así que es grandioso que podamos aclarar nuestras ideas con tu conocimiento, que es claro y conciso. Ojala que las ideas del sr. Maldonado también se aclaren, estamos viviendo tiempos en los que es importante hacerlo!
Realmente ese tema de aclararse las ideas es difícil incluso dentro de personas afines. Un buen amigo mío, profesional exitoso por cierto, odia al Muso. Y creo que el problema radica en que se niega la naturaleza humana y pensar en uno mismo y en que el individualismo es lo único que crea progreso es “egoísta” y “políticamente incorrecto”. Y así como éste amigo mío hay muchas personas con buenas intenciones pero en vez de usar la razón usan el corazón y es allí donde vienen los problemas.
[…] Comunista (o del socialismo real). Si quiere leer más acerca de esto, lo invito a hacer clic en http://luisfi61.com/2011/11/23/socialismo/. Esto no es cuestión de gustos y consideraciones personales; sino de la […]