Ni voto evangélico, ni voto indígena, ni voto femenino

He aquí unas intuiciones electorales a la luz de lo que la gente dice cuando se le pregunta:   No hay tal cosa como el voto evangélico, ni el voto indíngena; ni el voto femenino; y aunque el dinero ayuda, una campaña millonaria no garantizan el éxito en una elección.  La metodología colectivista, de suponer que las personas votan conforme a su

¿Por qué se me ocurre aquello? Porque Harold Caballeros es pastor de una de las iglesias evangélicas más poderosas y de más influencia en el país; y sospecho no es cierto que los evangélicos, qua colectivo, vayan a votar por él en los comicios del 11 de septiembre.  Caballeros cuenta con sólo 4.9% de las intenciones de voto y con sólo 8.9% de las preferencias entre los de su persuasión religiosa.

No hay tal cosa como el voto indígena, porque, siendo los mayas, garífunas y xincas la mayoría poblacional en el país, Rigoberta Menchú, indígena quiché y Premio Nobel de la Paz, a duras penas rasca 1.7% de las intenciones de voto.  La Encuesta Libre hace preguntas por sexo y religion, pero no pregunta por étnia. Sin embargo, sabemos que Menchú no es la candidata favorita, ni entre su gente más cercana en Quiché.  Sospecho que los indígenas, qua colectivo, no votan por la candidata indígena.  Por eso es que, allá por los años 70, fracasó el intento de formar un partido indígena.

¿Qué hay del voto femenino?  Sandra Evita Torres, va de segunda, bien lejos de OttoPérez Molina, con a penas 15.1% de las intenciones de voto.  Patricia de Arzú, mi ciela, a duras penas va por 2.3% y de Menchú ya sabemos cómo va.  Según el sexo, sólo 19.8% de las mujeres prefiere a Evita; y sólo 1.5% prefiere a Menchú, sólo 2.8% prefiere a Arzú y sólo 0.3% prefiere a Adela de Torrebiarte.  ¿Cuánto le aportará a Eduardo Suger su candidata mujer? ¿Cuánto le aportará a Harold Caballeros hacer caso omiso de su candidato vicepresidencial y compartir vallas con su candidata a diputada Nineth Montenegro?  Sospecho que las mujeres, qua colectivo, no votan por mujeres.

Y, ¿qué hay con las campañas costosas?  Evita lleva cuatro años haciendo campaña con el dinero de los tributarios y con sus programas sociales de carácter electoral, ¿y qué ha conseguido? Niente, o muy poco.  15.5 de la intención de voto.  Si bien puede ser cierto que billete mata carita, seguro que no es cierto que la abundancia de billetes mate la mala impresión que deja una administración corrupta e inepta más allá de toda expectativa.

Es un error de metodología creer que los individuos votan como grupos sólo porque sí.  Y es un error creer que, sólo porque sí, el dinero puede ganar una elección.

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  1. Además de billete y carita, también está casaca, que en este caso, parece ser que es la que está ganando.

    Es muy probable, que si los que hablan, dieran mas casaca, seguramente estarían en los primeros lugares.

    Desafortunadamente, mucha gente todavía se sorprende y admira cuando alguien le habla grandezas, sin saber ni como ni porqué.

    Saludos.