Anoche fue una noche extraordinaria; y cuando me fui a la cama, lo hice con la ilusión de despertarme a la una de la madrugada y atestiguar el eclipse de Luna; pero no uno cualquiera, sino uno que ocurrió durante el inicio de la antigua fiesta saturnalia, y en pleno solsticio de invierno. Tanta coincidencia no ocurre muy seguido.
Vi el eclipse en la mejor compañía y escuchando las notas de Alto Giove, de Nicola Porpora; y aunque las nubosidades fastidiaron durante la mayor parte del espectáculo celeste, lo cierto es que ver aquel acontecimiento es sobrecogedor.
Y ahí, bajo la luna y escuchando la música, me leí en silencio una estrofa de Amable Sánchez:
¿Cuánta noche me queda todavía
por descifrar y en que estrella la clave?
¿Dònde el incierto rumbo de mi nave
hacia la esquiva claridad del día?
Calculo que he visto unos tres eclipses totales de Luna; dos eclipses totales de Sol y uno parcial de Sol. Y, ¡Chispas!, como quisiera ver varios más. Y hoy, por cierto, será la noche más larga del año…ahí se la disfrutan.
He aquí un vídeo buenísimo del eclipse; y la foto es por mi amiga@MYDDA.
Hola Luis,
también disfruté de este hermoso espectáculo natural, en compañía de mi esposo. Estábamos tan contentos que salimos sin mayor arropamiento, con calcetas, sin zapatos…en Santa Rosalía, a esa hora! Nada, que el show bien lo valió. Abrazos, Andrea.