¡Un árbol ya adorna mi casa!

¡Eeeeeeeeeeh!, el árbol de Navidad ya adorna mi casa.  El aroma a pinabete y manzanillas, así como las luces y los adornos del árbol ya alegran mi espacio.

De mi infancia recuerdo varios árboles importantes. En casa de mi abuelita Juanita es imposible olvidar unos chiribiscos hermosamente adornados con cabello de ángel y con luces en tonos pastel. También recuerdo los pequeños árboles que ella, y mi tía abuela La Mamita, solían montar -con primor extraordinario- para mi hermano y para mí junto a nuestro propio nacimiento en miniatura.

En la casa de mi abuela, Frances, recuerdo que los árboles generalmente eran pinabetes, o cipreses. Aveces adornados con nieve fabricada elaborada en la casa con un jabón que venía en escamas; y siempre llenos de figuras variadísimas, algunas muy antiguas, y luces multicolores. En aquel tiempo no se usaban luces de un sólo color, y menos blancas, como se estilaba hasta hace poco.  Siempre se usaban luces de colores, como está de moda ahora. Allá los árboles eran tan altos que mi padre y mi tío Freddy tenían que usar escalera para llegar hasta arriba y distribuir bien las luces y las figuras.

En la casa de mis padres tuvimos toda clase de árboles. Aunque los favoritos eran los pinabetes, tuvimos cipreses, pinos y chiribiscos. En algún momento de principios de los años 70 se pusieron de moda los árbolesque ya venían nevados y tuvimos uno de esos. Y en los malos tiempos tuvimos un árbol prestado, y un árbol simbólico, hecho con chorizo de pino, en la pared.

Este año, como el año pasado y gracias a doña Mireya, don Ronald y al Rafa, tenemos un árbol galán que nos llena aromas, de magia y de alegría la casa. Ese arbolito me trae invaluables recuerdos de decenas de alegres festejos, y promete muchos más; y si usted quiere su pinabete, los hay hermosos en la 30 calle 11-42, zona 12, colonia Santa Rosa II; teléfono 2476-0496.

Comments

comments

1 comment

  1. […] ¡Un árbol ya adorna mi casa! | Luis Figueroa CARPE DIEM […]