Este año nos cayó la sequía,
dijo Alvaro
San Nicolás Colom el 24 de abril de 2010 en Escuintla; y el 22 de febrero de este año se reportó que, debido a la
intensa sequía la hidroeléctrica de Chixoy estaba generando a menos de la mitad de su capacidad. Pocos meses antes, se había reportado que
la sequía de 2009 ocasionó que la hidroeléctrica de Chixoy operara a sólo 25% de su capacidad en octubre de ese año. El 8 de noviembre, de ese mismo año, fue publicado que
la sequía amenazaba con afectar el ambiente.
¡Yo por eso no creo en los
doomsayers!, porque ahí está que no, ahí está que el registro de lluvias de agosto
supera en 90 por ciento al promedio de los últimos años y no se espera que baje esa intensidad. Y todavía faltan las lluvias de septiembre y octubre.
¿Cuál es la moraleja? Que el clima siempre, siempre, siempre está cambiando. ¡Siempre! Y que es más impredecible que predecible. Y que no debería extrañarnos. Si una vez Nueva York y Escocia estuvieron unidas en el trópico del globo terráqueo, ¿por qué nos extraña que haya años secos y años lluviosos? ¿Por qué nos extraña que cuando se espera una sequía, ocurran aguaceros casi diluvianos?
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This entry was posted on martes, agosto 31st, 2010 at 11:51 am and is filed under Ambiente, clima, doomsayers.
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