¡Carajo, Presidente!, ya déjese de babosadas

El día que Alvaro San Nicolás Colom dijo esa desfachatez de que si los guatemaltecos queríamos seguridad teníamos que pagar más impuestos, me sonó a marero y a gangster (de esos que venden seguridad). Me sonó a cuidacarros, de esos que ofrecen cuidar el automóvil, para que no le pase nada.

No comenté el asunto porque aveces uno se cansa de tanta pendejada; empero, en esta semana ocurrieron los siguientes actos delictivos:
Mi amiga Luzma fue asaltada por tres sujetos en sendas motocicletas, a inmediaciones de Funerales Reforma de la zona 9. En esa área también estuvo a punto de ser asaltado un sujeto que conozco y, desde la terracita de la funeraria que da a la 10a. calle, él a los tres delincuentes pasar y pasar por el área en sus motos.
Mi amiga Ana María y su familia fueron retenidos en su casa; todos fueron maltratados, amenazados y humillados. Los delincuentes se fueron en el auto de la familia con electrodomésticos, joyas y dinero.
En la casa de mi amiga, Carla, se metieron los ladrones y a mi amigo, Estuardo Zapeta, lo asaltaron en la calle, a plena luz del día.
Mientras que la administración de Los Colom desperdicia, malgasta, maladministra y hace perdedizos los millones y millones de quetzales que debería usar para dar seguridad y justicia; mientras se pasa de listo chantajeando a los tributarios; y mientras crecen la irresponsabilidad y la ineptitud…casos como los que he contado arriba golpean a quién sabe cuántas familias chapinas cada semana y cada día.

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  1. Este jueves en el reading club, casi que se convirtió en una reunión de narración macabra de actos criminales de ésta semana, por un momento nos quedamos en silencio, acongojados de la enfermiza conclusión a que llegan las víctimas de cualquier atropello a los derechos, y es el inadmisible "…al menos no lo mataron!!!". He pensado que ésta situación es propiciada oportunamente por los gobernantes, para mantener en jaque a ciudadanos libres, para robarles la libertad poco a poco hasta convertirlos presa del pánico y sentirse "agradecidos de no ser asesinados". Que mejor forma de gobernar para los corruptos con ciudadanos atacados por "la delicuencia común".

  2. Mi esposa, mi hermano y yo fuimos asaltados a mano armada. Nos robaron el carro y todo lo que llevábamos. Es un síntoma de una sociedad enferma cuando te dicen "alegrate que no los mataron" o "alegrate que no la violaron", y cuando le echan la culpa a uno por la imprudencia de andar afuera después de las 10 pm. La verdad es que no tengo nada que agradecerle a un desgraciado que vive del robo y la angustia ajena. Tampoco tengo por qué apoyar a un gobierno que cínicamente usa la inseguridad para extorsionarnos a los poquitos que contribuimos a sostener al Estado, mientras los impuestos que están cobrando se van en corrupción y compra de votos.