Cuando el pueblo cree que hace justicia…lincha

Como la administración es incapaz de proveer mínimos de seguridad y justicia, y la gente ya está harta de tanta incompetencia -y de la delincuencia creciente- muchas personas y poblaciones están tomando el asunto en sus manos. Hoy leemos que 40 poblaciones de Sololá tienen una red de seguridad integrada por vecinos que decidieron actuar por sí solos para combatir a los criminales.
En una de esas poblaciones, el letrero que advierte contra personas sospechosas obliga a pensar en ¿qué hace sospechosa a una persona en aquellas tierras? Y obliga a pensar que, ¿qué pasará con los sospechosos? Otro letrero curioso dice: Baja su vidrio si es polarizado.
El caso de Sololá no es único porque no recuerdo si es en San Juan Sacatepéquez, o en San Pedro Sacatepequez, que he visto vallas que muestran sujetos encapuchados a modo de advertencias contra delincuentes. Y en la ciudad capital misma, habitantes de algunas zonas quieren echar a andar el Plan Petate por medio del cual los vecinos se harían cargo de la vigilancia y de la seguridad.
Todas estas son malas señales porque, generalmente, cuando el pueblo hace justicia, lincha. Y generalmente actúa como Fuenteovejuna de modo que luego del linchamiento, nadie es responsable, pero todos son culpables. A algunos, el tema de vecinos vigilantes les traerá recuerdos de las Patrullas de Autodefensa Civil; y aunque aquellas contribuyeron efectiva y positivamente a detener el avance del terrorismo de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, lo cierto, también, es que en algunos casos se prestaron a abusos muy lamentables.
A final de cuentas, si se pierde el concepto de que el estado tiene el monopolio del uso de la fuerza -bajo la ley- para garantizar la seguridad y la justicia de los habitantes de la República; lo que tendremos poco a poco es una atomización de vecinos haciendo lo que creen que es justicia e imponiendo reglas arbitrarias por todas partes. Así como se prohiben los sospechosos y los vidrios polarizados, no faltará quien prohiba a los jóvenes con tatuajes, o a las chicas con faldas corta. No faltarán los clamores contra los supuestos robachicos; y luego…el horror y la barbarie.
La foto es de Prensa Libre.

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