Luego de que el desfile del Ejército fue cancelado en junio pasado, me quedé pensando en cómo es que la institución armada cayó hasta ahí.
He encontrado varias respuestas: la corrupción de algunas de sus cúpulas, el que algunas élites la hayan abandonado a su suerte, la acción conjunta de la exguerrilla y sus aliados en Europa y los Estados Unidos de América, y la desinformación.
De esto último he encontrado, hoy, un ejemplo “ejemplar”. Leo que el Ejercito no es bien recibido en Rabinal, de lo que se entiende que la institucion armada es rechazada en aquella población.
Empero, al leer el contenido de la noticia, uno nota que “la llegada de las fuerzas combinadas a esta localidad ha generado posturas encontradas entre los habitantes. Unos piden su retiro y otros dicen que es necesaria su presencia”. Y de esta lectura se desprenden varios hechos: 1. no es el Ejército el que está siendo cuestionado, sino las fuerzas combinadas, que son una mezcla de la institución armada y la Policía Nacional Civil. 2. en Rabinal no hay un rechazo al Ejército, sino posturas encontradas acerca de su presencia. De hecho, unos piden su retiro y otros consideran que su presencia es necesaria. 3. Es natural que en cualquier población, haya discusiones como esta. De hecho, es sano que las haya.
Más adelante leo que los comerciantes están cansados de la delincuencia y que no confían en la PNC e intuyo que favorecen la presencia de la Institución armada para que cumpla con su deber constitucional de garantizar seguridad; en tanto que “los sectores sociales” ven la llegada del Ejército como un retroceso. Se me hace que los que firman los cheques en el frente no tiene objeción alguna a la llegada de la institución armada, en tanto que los que firman los cheques en el reverso recelan de él.
Es obvio que en Rabinal no hay un rechazo a Ejército, sino una discusión natural acerca de la conveniencia de su presencia (la democracia es una discusión, dijo Tomás Mazaryk). Sin embargo, “los sectores sociales” proyectan esta discusión sana, como si fuera un acto de repudio.
¿A quién sirve esta confusión?
Es curioso, a mi también me impresionó cuan bajo había caído la institución.El día del Ejército aproveché para cambiar canales en mi casa mientras desayunaba.En ningún lugar había nada sobre militares… but suddenly, en un canal evangélico (creo que era el #27) estaban hablando sobre el ejército.Tenían a militares con distintos uniformes y la “harmana” evangélica explicaba el significado y nombre de cada una de las partes del uniforme. Luego de pasar por 5 uniformes explicaron un poco de la historia del ejército y bla bla bla…Me reí mucho… cada vez que se cumplía un minuto me causaba gracia pensar que en un canal evangélico salían estos uniformados.Pensé: el mundo está patas arriba.