El rey quiché, y la dirigencia traicionada

Hace unos minutos acabo de oír las notas de El rey quiché, durante la investidura de Alvaro Colom como presidente de la República de Guatemala.

Casualmente leo que Juan Tiney, uno de los más notorios dirigentes indigenistas se queja de que no hay funcionarios indígenas en el Gabinete de Colom que, tal y como dice Tiney, llegó al poder gracias al voto rural.

Colom, que es sacerdote maya (aunque lo oculte muy bien), tiene un compromiso con la dirigencia indigenista que lo ayudó a llegar a la presidencia dél país; pero, ¿está en capacidad de cumplir ese compromiso? o ¿A la dirigencia indigenista le corresponde el liderazgo indígena? ¿Un gobierno socialdemócrata con olor a tamal, como prometió Colom, es posible sin participación indígena?

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2 comments

  1. interesante observación, pero a que tipo de participación ser referira tiney, es necesario tener funcionarios indigenas para sentirse incluido a lo mejor no

  2. A la pregunta de si es imprescindible la presencia de indígenas en el gobierno de Colom mi respuesta es que sí. ¿Por qué?1. Porque eso ofreció a sus electores.2. Porque es obvio que en Guatemala el gobierno de la capital no ha incluido ni incluirá a la ya creciente mafia indígena. Por ahora el poder sigue en manos de ladinos. Los indígenas están ahora muy ocupados haciendo dinero e invirtiendo las gigantezcas cantidades que reciben en concepto de remesas como para buscar más dinero en el gobierno. Claro, algunos ya empezaron a ver el diente de oro ahí…Y, ¿si es posible un gobierno con olor a tamal sin la participación indígena?También lo es. Así como lo fue el gobierno de Berger sin la presencia de “conservadores” y empresarios honestos a los que se decía estaba vinculado. Y como también lo fueron los gobiernos conservadores en los Estados Unidos buscando cómo ampliaban el presupuesto de guerra, incrementaban impuestos y violaban los derechos de libertad individual.En este mundo no importa qué bandera usen, las promesas que nos den o la cantidad de machetes que nos ofrezcan. ¡LO ÚNICO QUE IMPORTA ES CUAN BRUTOS SOMOS NOSOTROS PARA CREER UNA PIZCA DE LO QUE NOS OFRECEN LOS POLÍTICOS!