Migración: hipocresía y doble estándar

¿Qué dice a Regla de Oro? “No hagas a otros lo que no quieras que te hagan a tí”.

Leo que líderes migrantes guatemaltecos piden moratoria en las deportaciones. Y veo que técnicos y políticos, como Fernando Molina, ex director de la Escuela de Ciencia Política de la USAC y Maritza de Vielman, ex ministra de Relaciones Exteriores, o el actual canciller, Gert Rosenthal, entre otros les hacen eco. Leo que hay una gran preocupación por las redadas de indocumentados en los EUA. Y yo, que de verdad quisiera que las absurdas fronteras desaparezcan de una vez por todas, como han desaparecido en la Internet, no dejo de compartir aquellas inquietudes.

Sin embargo me llama la atención la hipocresía y el doble estándar de las autoridades chapinas que por un lado dicen apoyar a las aspiraciones migratorias de los guatemaltecos, pero desprecian las de aquellos que intentan llegar a Guatemala, o pasar por aquí.

Por favor lea esta nota de Claudia Acuña, publicada en El Periódico, el 9 de febrero de 2007:

Tatiana Proñkina es una de las tres extranjeras detenidas en octubre de 2006 durante los operativos realizados en diversos puntos del país que buscaban frenar la delincuencia. Trabajaba en Caprichos, un centro nocturno en la zona 9 que fue clausurado. Desde entonces permanece en el albergue administrado por la Dirección General de Migración. La depresión hizo que Tatiana intentara ahorcarse, pero un indocumentado hondureño logró detenerla. “Me siento muy mal, muy triste, quiero salir de aquí”, dice Tatiana, una mujer de 29 años originaria de Karelia, Rusia. Expresa que no tiene con qué entretenerse y se la pasa en su cuarto sin hacer nada. Asegura que la han tratado bien durante los cuatro meses que ha estado en el albergue. Tiene comida, puede asearse, le proporcionan ropa y recibe tratamiento psicológico y médico desde hace un mes. Hace cuatro años ingresó al país y dice tener residencia y fotocopia de su pasaporte. “No entiendo porque me retienen aquí si tengo papeles guatemaltecos”, dice.Fuentes de la Dirección General de Migración señalaron que el trámite para extender un pasaporte ruso puede tardar entre cuatro a seis meses pues en el país no existe una representación consular. Se informa que se obtuvieron los pases de salida para que Tatiana viaje a México acompañada de dos custodios. Personal de la Embajada de Rusia en ese país la recibirá y costeará su boleto. Tatiana no quiere salir de Guatemala. Sin embargo, se encuentra de forma ilegal por lo que será expulsada la próxima semana. Algunos guatemaltecos han mostrado su interés porque permanezca en el país.Junto a Tatiana se encuentra Alona, originaria de la República de Uzbekistán. A ella le tramita su viaje la Organización Internacional para las Migraciones. Primero irá a Costa Rica para ingresar en un centro de atención para víctimas de trata. Alexandra, la segunda rusa detenida, regresó a Rusia el 22 de enero. Su boleto lo pagó su familia.

Así se trata aquí a rusos, chinos, salvadoreños, ecuatorianos y demás. Si permitimos esto, ¿tenemos, los chapines, derecho a pedir un trato diferente?

La foto es de El Periódico.

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  1. Yo trabajé en una opinión consultiva referente a migrantes, en un internship en la Corte Interamericana. Es un efecto en cadena en toda América Latina. Los mexicanos se quejan de los gringos pero tratan como bestias a centroamericanos, los ticos a los nicas, los venezolanos a los colombianos, etc……Ni se diga como todos tratan a los asiáticos.Lo remito a mi articulo http://nothingispermanent.blogspot.com/2007/01/los-migrantes-y-las-obligaciones-delos.html

  2. Gracias, Renata. Le echaré un ojo al artículo. Saludos