De balde se sintió ninguneado Rafael Espada cuando se enteró de que a él no lo espiaban, del mismo modo como supuestamente sí ocurría con Alvaro San Nicolás Colom. El Médico Machete se molestó en balde porque luego resultó que siempre sí. Pero peor aún, con lo que no contaban los que armaron el barullo del espionaje presidencial era con que, luego de las investigaciones, Rony López, fiscal anticrimen, concluiría en que “los aparatos hallados en la Casa Presidencial podrían no funcionar”.
Rony López
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Nov 08