Hoy leo que Rodolfo Quezada sacó a los reporteros gráficos de la misa dominical debido a que se molestó por las luces de las cámaras. El Cardenal levantó la voz y les pidió a los camarógrafos que desalojaran la catedral. ¡Dejen de estar distrayendo a la gente. Salgan de la iglesia. Salgan de aquí! les gritó el Purpurado.
Al final de la liturgia, cuenta Siglo Veintiuno de hoy, el Príncipe de la Iglesia se negó a hablar con los periodistas como lo hace todos los domingos. No pongo el enlace porque no lo encontré en el sitio Web del diario.
¿Qué mosca le habrá picado al Cardenal mediático? Durante meses y meses el Mitrado se ha beneficiado de la cobertura que los medios le dan a sus opiniones sobre la minería, la creación de riqueza, las hidroeléctricas, el trabajo y otros temas mundanos; y de repente…como Britney Spears, como La Princesa Diana, como Berlusconi, y como otras celebridades hartas del acoso mediáticoy del periodismo rapaz, le dió por agarrarla contra los camarógrafos y echarlos a la calle. ¡Por supuesto que Su Excelencia tiene todo el derecho a pedir que en la misa haya cierto decoro!, pero ya podría haberles hablado con serenidad a aquellos que tan bien lo habían servido cuando le convenía, en vez de hacer un escándalo y de tratarlos como si fueran paparazzi.
Por suerte para Quezada, Adam Harvey creó un bolso especial que es está equipado con un sensor de iluminación y una potente luz que se dispara automáticamente al detectar un flash de una cámara, arruinando de esa forma cualquier foto que se trate de tomar a alguien. Y claro, si el aparato viene en forma de bolso, quizás puedan hacerlo en forma de mitra, o de báculo.
