¡Hasta las ventas de Pollo Campero han bajado 10%! ; y si así son las vísperas de la crisis económica en Guatemala, ¿cómo será si la situación es empeorada por la ambición insaciable de los pipoldermos?
El nuevo IUSI de Alvaro Arzú todavía no ha afectado en su plenitud los prespuestos del grueso de las familias de la ciudad capital de Guatemala; y el paquetazo tributario de la socialdemocracia todavía está en estado embrionario, aunque con buenas posibilidades de fracasar.
Sin embargo, la inflación, el alza generalizada en los precios, la falta de empleos y otras condiciones desfavorables ya le están pesando a los chapines. Si no, ¿cómo se explica que ¡hasta Pollo Campero! esté pasando penas.
Ayer se me pasó esta nota que hay que comentar para tener una idea mejor de lo golpeada que está la economía familiar de los guatematecos.
“Las cosas se están complicando; nosotros teníamos un presupuesto de inversión de US$50 millones para 2008, el 90 por ciento en Guatemala y El Salvador, pero hace 15 días decidimos recortarla a menos de la mitad y hacerla en otro lugar. La vamos a hacer en EE.UU., y lo digo con pena porque es una lástima que no haya condiciones ni confianza para seguir invirtiendo en esos países”, declaró Juan José Gutiérrez, presidente de Pollo Campero, en una entrevista a la revista El Economista, citada por El Periódico.
Gutiérrez se refirió a los mensajes erráticos, a las reglas de juego muy inestables, y a que la administración no ha logrado controlar los altos niveles de violencia. Las ventas de sus restaurantes han caído 10 por ciento respecto el año pasado, agregó.