Los irlandeses, que no tendrian por qué querer atar su estrella a la de la Unión Europea, rechazaron el tratado de reforma a la Unión, en un referendo que podría ser ejemplar para otros miembros de la UE. La decisión de los irlandeses pone en jaque a Europa porque sepulta el Tratado de Lisboa.
En los últimos años, Irlanda se ha catapultado a la vanguardia de las economías del Viejo Continente; y un análisis detallado muestra que el éxito irlandés debe ser atribuido a una creciente confianza en el libre mercado. En 1987, el ingreso per cápita de la República de Irlanda rondaba el 63% del del Reino Unido. De 1990 a 1995, la economía irlandesa creció en más de un 5% al año, y de 1996 al 2000 llegó a más del 9% al año. Hoy en día, el ingreso per cápita de $25.500 de Irlanda supera al per cápita promedio del Reino Unido en $3.200. La asombrosa historia económica del país en los últimos años ha llevado a algunos a apodar a Irlanda el Tigre Celta. Si le interesa el tema, lea el artículo de Benjamin Powell, del Mercatus Center: Irlanda, el tigre celta.