¡Vaya!, que no me digan que la tecnología de la que disfrutamos ahora no pone en las manos de los ciudadanos comunes, instrumentos de gran poder de expresión y de influencia. Es una lástima que los que crecimos entre los años 60 y 80, bajo la amenaza guerrillera, no contáramos con las “armas” que existen ahora para manifestar el repudio contra el asesinato, el secuestro, la extorsión, el robo y otras formas de violencia.
Les invito a visitar Toda Colombia un sólo grito, que con el lema ¡Guerrillero vuelve a la vida; hermano secuestrado, vuelve a casa!, ofrece un espacio para reclamar con justicia que todas las personas tienen derecho a expresarse libremente, pero tambien que esta causa merece todo el respeto posible, por que esta inspirada en el dolor y los atropellos que viven todos los secuestrados en Colombia.